Acto Uno: Capítulo Cinco

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Narra Tn

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Narra Tn

Un nuevo día en el que paso arrecheras con mis hermosos hijos.
Miré a Alexander y a Robby — Como mierda me van a decir que no traen sus mochilas, CUANDO SOLAMENTE FALTAN CUATRO CUADRAS PARA LLEGAR A LA ESCUELA! — es que estos niños nacieron con la inteligencia y la mente de su querido padre.

—Es que...

—Es que nada, carajo. ¿Otra cosa que se le haya olvidado?

—Dile tu..

—No, dile tú — empezaron a susurrar mientras se empujaban.

—Tú

—¿Y bien?

—Teníamos que llevar algo para compartir...

Pegué mi cara al volante — Dios dame paciencia, porque si me das fuerza los mandaré para allá contigo.

—¿Qué vamos a hacer?

—Tienen suerte de que falte una hora para su primera clase, así que iremos a comprar algo para que repartan y buscar sus mochilas coñitos irresponsables. Igualitos a su padre.

Ambos se quedaron callados, ya que sabían que si abrían la boca, yo iba a estallar.

Manejé al centro comercial que abrió Kimberly hace poco, ahí podía comprar algo para llevar a la escuela, y aprovechar de llamar a Johnny para que traiga las mochilas de los chicos.

Me encantaría tener una familia normal, pero por desgracia somos Lawrence Anderson nosotros no somos normales.

El camino de cinco minutos a Walmart fue silencioso, lo único que se escuchaba era la música tenían los chicos conectados a las bocinas del jeep. Sonaba ''Bombón Asesino'' de Ninel Conde. No podía creer el gran amor que le tienen estos dos pubertos a esa mujer. Oh bueno... puede que si lo entendiera, es como el amor que le tenía a Elvis Presley cuando era joven.

—¿Crees que está muy enojada?

—Noooo, como crees — Alexander tenía el mismo sarcasmo que su madre — está super extremadamente feliz.

—Pues la verdad no se ve.

Alexander palmeó su frente con frustración. Su hermano mayor a veces no entendía el sarcasmo, o bueno.. casi nunca.

—No la hagamos arrechar más.

—¿Qué tanto susurran?

—Nada...

—Si claro ya dejen de murmurar. Y bajense del carro.

Los tres salimos del carro y entramos al local.

—Buenas, buenas. Hola chicos ¿cómo están?

—Bien, tía.

—Uyyy pero que ánimos, que les pasa?

MIYAGI KAI: La nueva eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora