04

165 23 11
                                    

Capítulo 04: Chocolate caliente

-Ya dos días seguidos. No puede ser.

-Seguimos en esta cabaña y la mezcla de los brownies...

-Hablando de los brownies, probé tu receta y a mis amigos les encantó. De verdad que eres un ángel chico de los brownies.

-Solo nos conocemos hace dos días y ya me has dicho mil apodos.

-¿A sí?

-Si, chico de los brownies, ángel, hermoso, lindo...

Felix se quedó en silencio al darse de cuenta de todo lo que le había dicho aquel chico.

-Mhm tienes razón. Debería llamarte de una sola manera, pero será demasiado difícil. ¿Y si te llamo lindo chico angelical de los brownies?

Felix empezó a reírse al escuchar semejante babosada.

-¿Cómo puedes pensar que eso es un buen apodo? JAJAJA.

-La verdad es que no soy muy bueno con los apodos. Mejor te digo chispitas.

-¿Y eso por qué?

-Por tus pecas, me recuerdan a chispas de chocolates.

Felix trataba de no mostrar ningún sentimiento hacia ese apodo. Algunas personas pensarían que era un apodo un tanto infantil, pero a él le parecía muy lindo.

-Entonces tu serás.... Mhm, la verdad lo único que me vienen a la mente es tu color de cabello, así que te voy a llamar rubio.

-Almenos yo me esforcé con el apodo.

-¿Qué dices? Si lindo chico angelical de los brownies es horrible JAJAJA.

-Claro que no además-

Las palabras del rubio fueron interrumpidas por un fuerte trueno sin poder completar lo que quería decir.

-¡MIERDA!

-¿Qué pasó chispitas? ¿Le tienes miedo a los truenos?

-Para nada, solo me tomó de sorpresa. No está lloviendo.

Justo cuando Felix dijo esto empezó a llover. Miró por las ventanas y se dirigió a la cocina.

-¿Qué haces en la cocina?

-Voy a hacer chocolate caliente por si nos da frío. Mira como estamos vestidos y aquí no hay calefacción, ni siquiera una chimenea. Ve a buscar algo para calentarnos mientras preparo esto.

-De acuerdo chispitas.

Hyunjin empezó a buscar en cada una de las habitaciones de la cabaña. Todo era tan raro, todos los cuartos estaban vacíos, todos menos el baño. Entró ahí y se vió al espejo dándose cuenta a lo que el pecoso se refería cuando dijo que mirara como estaban vestidos. Tenía un pantalón corto y una camisa sin mangas. Salió de ahí para entrar a la última habitación donde por fin había encontrado muebles. La habitación tenía una cama desvestida, un reloj y un armario. El rubio fue directo al armario y encontró una sola sábana, la tomó y la llevó a la sala. El pecoso ya había terminado de hacer el chocolate caliente.

-Dime que encontraste algo.

-Encontré una sola sábana

-¿Una sola? ¿Estas seguro de que no había nada más?

-Busque en todas las habitaciones y todas estaban sin muebles y en la que tenía muebles solo pude encontrar esta sábana.

-¿Crees que quepamos los dos?

-Si te acurrucas bien, entonces sí.

El pecoso le dió el chocolate caliente al rubio mientras se sentaba a su lado. La situación era un poco incómoda, pero no se veía como si a estos les molestara del todo. Al ambos terminar el chocolate caliente dejaron las tazas encima de la mesa que había en aquella sala.

-Acercate más, me estoy quedando sin sábana.

Felix le hizo caso y se acercó. Estaban tan cerca que su corazón empezó a latir demaside fuerte.

- ¿Estás nervioso?

-¿Por qué debería estarlo?

-Estamos muy cerca y puedo escuchar lo rápido que late tu corazón. Al final si que le tenías miedo a los truenos.

Felix estaba tan agradecido de que el rubio pensará eso. Él si estaba nervioso, pero de estar al lado del rubio. Daba gracias a Dios que todo era un sueño, Felix nunca le haría algo así a su novio.

-Si, tienes razón. Me dan miedo los truenos.

El rubio tomó al pecoso de los hombros y lo pegó a su pecho para darle un tipo de abrazo.

-¿Qué haces?

-Te estoy protegiendo.

Eso era todo él no podía aguantar eso y empezó a tornarse del color de un tomate. A Felix le encantaba que le dijeran esas cosas. Él lo amaba con toda el alma.

-Gracias, rubio.

-De nada chispitas.

Felix cerró los ojos y cuando los volvió a abrir se encontraba en su habitación.

-Buenos días lindo.

-...

ɪɴ ᴏᴜʀ ᴅʀᴇᴀᴍsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora