Afecto Especial

Capítulo 3

Desde el momento en el que supo que se iba a casar con un hombre, Fang Su comprendió que habrían miles de obstáculos y peligros en los días futuros. En ese momento, se hospedaba en la lujosa mansión de alguien cuyo nombre no conocía, y todo era como él esperaba: verdaderamente desconcertante y abrumador.

El cielo nocturno estaba oscuro y las luces del interior parpadeaban. Las mejillas de Fang Su estaban calientes, sintiéndose tan sorprendido que intentó desvanecerse en el fondo.

Aproximadamente a un pie de distancia del diván, dos criadas sostenían una botella de medicina en sus manos e intentaron persuadirlo suavemente: "Joven Maestro no necesita tomarlo a mal, las sirvientas solo estamos aquí para ayudarlo a frotarse el pie. Si no aplica el medicamento a tiempo en su tobillo lastimado, podría hincharse aún más."

Fang Su estaba tan ansioso que no podía hablar, no podía dejar de mover la cabeza y se negaba, temiendo que las dos chicas se acercaran de verdad, ya que no se ajustaba a la etiqueta.

Ya se había sentido desconcertado en el baño hace un momento, pensando que, una vez que los sirvientes hubieran vertido el agua caliente en la bañera, se retirarían y lo dejarían solo; quién sabría que, tan pronto como se fueran, detrás de ellos, varias sirvientas se precipitarían sobre su pie, diciendo que estarían preocupadas si fuera un inconveniente para él moverse con su tobillo lesionado y que querían ayudarlo a bañarse y limpiarse el cuerpo.

El cinturón de Fang Su estaba medio desatado, pero al ver la situación, se ajustó nuevamente la ropa y sin importar lo que dijeran, se negó a dejar que se acercaran incluso medio paso. Las chicas no pudieron persuadirlo, temían que si lo retrasaban más el agua del baño se enfriaría, así que solo podían ceder y retirarse fuera del biombo. A pesar de no se acercaron, todavía se quedaron en la habitación, escuchando el sonido del agua del baño en caso de que tuviera un accidente.

Fang Su se limpió rápidamente con la cara enrojecida, sin atreverse a quedarse mucho tiempo en el agua. Se puso la túnica interior delgada preparada para él y regresó a la cama por su cuenta con el tobillo lastimado, envolviéndose en la colcha rápidamente.

No fue hasta entonces que las criadas abandonaron finalmente la habitación.

Las voces en la habitación se desvanecieron y Fang Su suspiró aliviado, pensando que este asunto incómodo terminaría ahí, pero antes de que pudiera descansar por un instante, otras dos jovenes irrumpieron en la habitación, insistiendo en frotar la medicina en su pie.

"Ustedes dos, señoritas, pueden dejar la medicina e irse; simplemente lo frotaré yo mismo..." Fang Su estaba avergonzado y siguió persuadiéndolas para que se fueran.

Sin embargo, estas dos eran mucho más tercas que las anteriores, negándose a volver sin importar lo que él dijera; así que, después de varias idas y venidas, fueron directamente a la cama y con mucha naturalidad, sujetaron su pie izquierdo con cuidado mientras una de ellas enrollaba el ruedo de su pantalón, y la otra aplicaba y frotaba la medicina.

El gentil acto hizo que Fang Su sintiera que estaba siendo torturado; estuvo sufriendo todo el tiempo que le frotaron el pie con la medicina, pensando que estas dos chicas eran realmente audaces y tercas. Lo que no sabía era que este par había sido instruido por Bai Ping por orden de Tang QiaoYuan. ¿Cómo podrían atreverse a no hacerlo bien?

Apróximadamente un cuarto de hora después, las dos sirvientas finalmente se detuvieron. Ayudaron a Fang Su a bajarse la pernera del pantalón, tirando cuidadosamente del brocado para cubrir sus pies, y sólo entonces, apagaron las lámparas de la habitación y se retiraron.

En medio de la oscuridad, el rostro de Fang Su estaba tan rojo que casi goteaba sangre: sus emociones internas habían pasado de la sorpresa y la incredulidad inicial al aturdimiento y confusión actuales, sintiendo que su cerebro era papilla, hasta que finalmente, incapaz de soportar el agotamiento del día, cerró los ojos aturdido y cayó en un profundo sueño.