Parte 2

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No tenías ni la más remota idea de qué hacer, tus sentidos de supervivencia gritaban por ti, que huyeras, que hicieras algo, que si quiera te movieras, pero no reaccionabas. Tu cuerpo no te respondía como desearías.

Nunca habías luchado, jamás habías practicado algún deporte, en tu vida te habías metido en una pelea... por lo que dudabas que en ese momento una de tus patadas ninja improvisadas le diesen su merecido a ese enfermo mental disfrazado de tu chico ideal.

No eras precisamente la Lara Croft que se defendía a diestra y siniestra. Eras más bien un chihuahua con un ataque de temblores sin saber muy bien qué carajos hacer. Y eso te suponía un problema dadas las circunstancias.

Estabas sufriendo un ataque de pánico, silencioso, para la suerte de tu dignidad. O tal vez todo lo contrario, ya que si fueses capaz de soltar al menos un grito, este mismo se encargaría de alertar a las personas de tu vecindario y de casualidad podrías ser salvada de los planes macabros de ese sujeto. Pero no, en su lugar lo único que podías hacer era seguir manteniéndote inerte con unas ganas de orinar terribles, por sino podía ser peor.

Pero entonces algo dentro se activa cuando percibes al pelinegro.. sí, al pelinegro avanzar hacia ti, con una sonrisa siniestra adornando su.. perfecto rostro.

"No es Hoseok, recuerda eso"

Era una tarea complicada teniendo en cuenta que.. vieras por donde le vieras, era igual a Jung. Podías estar cagada del miedo pero ciega desde luego que no. Tu vista estaba perfectamente bien. Habías pasado dos largos y tediosos años estudiando el comportamiento de Jung Hoseok, eras capaz de distinguirlo a kilómetros de distancia, incluso con el disfraz más espantoso que hubiese existido jamás en la tierra, te sabías de memoria sus gestos y sus actitudes, no por nada su personalidad junto a su comportamiento eran unas de las cosas que más te gustaban de él.. por lo que, no sabías si era ese lado que permanecía fiel a su inocencia o tu estado entumecido por los recientes acontecimientos pero te negabas a creer que algo como eso estuviese planeado por el castaño. Hoseok era una de las personas más buenas que hayas tenido la fortuna de conocer, por lo que te atrevías a meter las manos al fuego por él, sin titubear.

Por ello, al escrudiñar ese patrón de movimientos por parte de ese intruso, no importaba la imagen que tuviese, sabías que no se trataba de tu chico sonriente.

"Y si lo es, pues mala suerte que haya elegido actuar como un emo demente conmigo"

⸺¡Auxilio!⸺sueltas en alarido, sin preocuparte por la reacción del contrario.

"Si bueno, ¿qué tal si corremos? ¿Te viene bien?"

"No puedo, no puedo mover las piernas"

Lo ves con miedo, te encuentras más aterrada que nunca en tu vida, las piernas parecen de gelatina y tu cuerpo enrollado por esa diminuta toalla no ayudaba a tu causa, sus penetrantes ojos no se despegan ni un solo segundo de tu presencia, te aterra que su mirada viaje por todo tu cuerpo.

Vuelve a acercarse y entre más avanza tu retrocedes en diminutos pasos. Sostienes bien la toalla en medio de tus delgados dedos.

Sientes un nudo en la garganta, pero eso no te impide hablar;⸺Dios mío, por favor, no me hagas nada.. te lo suplico.

El chico se detiene, alzando una ceja, parecía que había funcionado lo que dijiste. Implorabas que no se atreviera a hacerte algo.

De verdad que no tenias la menor idea de qué hacer, no tenías duda alguna de que era Jung Hoseok, se trataba de él. Pues de quien más sino. Tenían el mismo físico, la misma apariencia, y era él.. eso o quizás estabas lidiando con su malvado hermano gemelo. Lo dudabas; como buena admiradora de ese castaño, sabias que no tenía un hermano..

Jack in the box; jhs // ONE SHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora