2 - Presentación

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Ciudad de Varskova, Vamakya. Año 1139 D.O.
Thomas Leil

Vio al pequeño que yacía durmiendo en sus piernas y le acarició el cabello, alzó su mirada en las barrotes del calabozo y lamentó la situación que estaban viviendo. Marcus se mantenía al borde del colapso pensando en distintas maneras de escapar para poder evitar ese destino que les fue sentenciado horas atrás. Las primeras luces del amanecer ya se habían hecho presente en su calabozo, por lo que era solo cuestión de hora para que toda su familia fuese ejecutada.

No lograba entender qué fue lo sucedido y cómo su familia se vio envuelta en todo aquel suceso, pero habían pruebas que refutaban la participación de su padre y de su madre en el atentado ocurrido hace cinco años atrás. Encontraba considerablemente injusto la incriminación hacia su familia, ya que estaba seguro que los habían incriminado acerca de su participación en lo ocurrido.

Marcus llevaba tres años como escudero de Ser Konrad Hauker y siempre se mantuvo como fiel sirviente de la familia real, también su hermana y ahora comenzaba su pequeño hermano Thomas como pupilo en la corte.

Volvió a entregar una mirada al rostro dormido del menor de sus hermanos. Frunció el ceño cuando vio como el vapor gélido salía de la boca de su hermano y los temblores volvían a hacerse presentes debido al frío de su celda, los espasmos se hicieron presentes en su cuerpo y se dio cuenta de que ahora él también estaba temblando como Thomas.

El sonido de pisadas acercandose llamó su atención. Ilusionado se levantó suavemente para no despertar a Thomas y se acercó a los barrotes para visualizar si su madre venía de regreso. Al contrario de lo que imaginó, no venía su madre, sino que solo venían cuatro guardias en dirección de su celda. Esta fue abierta y los cuatro guardias entraron en ella provocando que Thomas despertase de su descanso, el chico llevó sus puños a su rostro y comenzó a frotarse sus ojos para ver qué sucedía.

-¿Thomas Leil? -pronunció uno de los guardias.

El chico alzó la vista en dirección de los cuatro nuevos hombre y solo vio la espalda de Marcus; estaba en una posición a la defensiva y alerta. Rápidamente se asustó por lo que significaba que se lo llevarían y se aproximó aferrándose de la ropa de su hermano.

-No te acerques a él -escupió Marcus afirmándolo con su brazo-. ¡No se te ocurra llevarte a mi hermano!

-¡Marcus! -chilló Thomas con los latidos incrementando en su pecho cuando uno de los hombres intentó agarrarlo.

-No lo hagas más difícil muchacho -aclaró otro de los hombres-, lo necesitamos solo a él.

El cuerpo de Marcus no semejaba a un joven de quince años debido a los arduos entrenamientos sometido desde pequeño, es por ello que poseía una apariencia mayor a su edad. Desde pequeño había sido un excelente luchador, siempre destacó en defensa y técnicas de combate. El menor idolatraba a su hermano, por lo que ansiaba aprender a pelear y defenderse como lo sabía hacer Marcus; así Thomas dejaría de sentirse como una carga y podría haber ayudado en distintas situaciones.

De alguna manera que los guardias no lograron prevenir, Marcus logró derribar al guardia que le había agarrado del brazo a Thomas. No fue problema para él doblegarlo antes de llevarse a su hermano menor, pero la intervención de los otros guardias le concedió la derrota en el enfrentamiento.

-¡Sueltenlo! -gritó cuando los otros guardias los neutralizaron en el suelo-. ¡Thomas!

Uno de los guardias se acercó a Thomas y lo sujetó del brazo para arrástrarlo fuera de la celda. Los gritos de Marcus retumbaban entres los corredores llamándole; por eso Thomas sintió el pánico y el miedo incrementar en su cuerpo por todo lo que está sucediendo. Finalmente prefirió aislarse de la realidad cerrando sus ojos para intentar apagar o detener todo ese caos de su alrededor.

Latidos de Sangre. Saga Gorski IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora