Cuando Isabella Swan llega a Forks trayéndole problemas al clan Cullen, no solo hará que estos se vayan, también hara que uno de sus miembros le rompa el corazón a la única que los hacía sentir más humanos, además de descontrolar sus poderes (pues n...
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¿Victoria? y la noticia
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Hope Palmer siempre fue una chica segura de ella y sus decisiones, todo aquello que había hecho a lo largo de su vida, no tenía ningún arrepentimiento de su parte, y estaba segura de que así sería hasta que dejara de existir, y aunque estaba segura de aquella decisión, se encontraba nerviosa, había decidido avisar a Victoria, James y Laurent que abriría su restaurante y quería que ellos estuvieran allí, pero debía avisarles a la manada, no quería que asesinaran a los ex nómadas por una equivocación.
- Invite a Victoria, James y Laurent a la inauguración de mi restaurante - suelta de golpe causando parálisis en los metamorfos.
- Creo que los rompiste - ríe Leah y Seth la acompaña, le gustaba ver feliz a su hermana mayor.
- Tenía que decirles, no quiero que maten vampiros que yo invité a mi restaurante - murmura con un puchero causando ternura en Paul.
- Aún me parece increíble lo que hiciste con un hechizo como ese - habla Seth.
- Bueno ellos merecían una segunda oportunidad - le explica la pelirroja - Además su sed de sangre disminuyó considerablemente, y pueden alimentarse de nuestra comida.
- Eso resuelve el asunto, si se alimentan antes de venir aquí no hay ningún problema - comenta Leah y Emily la apoya.
- Tienes razón, nadie estaría en peligro - los metamorfos parecen pensar bien lo que las mujeres acaban de decir y asienten entre ellos.
- De acuerdo, no hay problema - acepta Sam finalmente y las mujeres sonrien complacidas.
Tras obtener la autorización del alfa de la manada la pelirroja simplemente pudo estar tranquila y tener la seguridad de que sus invitados estarían bien, y así pasó una semana más, era exactamente lunes, mientras estuvo en Seattle había trabajado como mesera, cajera, y los últimos tres meses como chef, la bruja consideraba que estaba preparada para administrar su propio restaurante y había ahorrado lo suficiente en el tiempo que estudio para hacerlo posible, porque si algo era la pelirroja era determinada, una vez que se proponía a hacer algo, no descansaba hasta lograrlo.
