Capítulo 13: Una última esperanza

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.­.­.­ La vida es simple. Nosotros la hacemos complicada .­.­.­



. . . Minari... Aminari... Kaminari...

Sentía la presión sobre su hombro y también que lo estaban llamando, pero se percibía como en otra dimensión, tan lejano... tan, tan... ¡Agg!, al diablo, no quería despertar. El dolor de cabeza no se lo podía quitar nadie y el malestar en el resto cuerpo tampoco. ¿Pero qué había ocurrido? Por la cabeza de Kaminari pasaban luces, gritos, calles y más calles... ¿Autos? Si, definitivamente estaba en un auto. Frunciendo el ceño sin abrir los ojos, Kaminari divagó en su memoria y los recuerdos fugaces del choque se amontonaron en su mente. Bravo. ­

- Vamos Kaminari, muévete... - susurraba _______ mientras presionaba el hombro del rubio e intentaba conseguir alguna reacción - que te muevas, mierda... -

- ¿_______? Mm, ¿Kacchan? ­-

- ¡Kaminari! - _______ seguía susurrando, pero al ver que el rubio despertaba aumentó el tono de su voz. ­

- Hm, ¿estás bien? - Katsuki se encontraba del otro lado de la ventana donde estaba Kaminari con los brazos cruzados y mirándolo fijamente. ­

- Si... creo que sí, aunque estoy algo mareado... -­ contestó el rubio mientras abría la puerta y salía del vehículo, al igual que _______ de la parte posterior. ­

- Pues únete al montón - dijo la chica una vez a su lado.

Katsuki tomó uno de los brazos de Kaminari y lo pasó por detrás de su cuello para poder cargarlo, alejándose inmediatamente del vehículo. En el camino que estaban haciendo hacia ningún lado, Katsuki le contó al rubio lo último que recordaba de cuando se estrellaron contra el poste por culpa de la bala que dispararon los infelices del auto vecino, que por desgracia dio contra una de las ruedas traseras de su vehículo y los hizo derrapar, y por ende, chocar. ­

- ¡Estoy harta! - chilló _______ mientras gruñía y pisoteaba contra el suelo, siempre observada por Kaminari y Katsuki -­ ¡Siempre hay algo! O chocamos, o nos secuestran, o nos perdemos, o... ¡Agh! ¡Qué rabia! ­-

- Tranquila, _______­... todo va a... -­

- ¡No te atrevas a decirme que todo va a mejorar, Kaminari! ¡Diablos! Hasta estoy dispuesta a llamar a mis padres... -

_______ se quitó la mochila que llevaba en la espalda y sacó de ahí tres celulares; el primero se lo entregó a Katsuki, y el segundo a Kaminari, quedándose ella con el último por ser suyo. ­

- No les marques, _______. No hay nada que puedan hacer por nosotros - indicó Katsuki mientras guardaba su teléfono en su bolsillo al igual que Kaminari. ­

- P-­Pero... -­

- Son un cuarto para las siete... sí a las siete en punto no vemos ninguna solución, llamamos a tus padres o a los de Kaminari, y en último caso, a alguno de los chicos, ¿Bien? - Katsuki tomó el brazo de Kaminari con más firmeza y comenzó a andar sin esperar respuesta de la chica, quien lo miraba sorprendida y angustiada al igual que el rubio.

No caminaron mucho hasta llegar a una avenida, la cual a pesar de estar poco transitada parecía segura. Kaminari insistió en que podía caminar solo y Katsuki le dejó. Aún estaba sumamente mareado y adolorido, pero se había percatado de que Katsuki también estaba mal ya que apretaba las mandíbulas con notoriedad para apaciguar el malestar. _______ parecía ser la que estaba en mejor estado, pues después de todo ella había logrado dormir un rato y además Katsuki se había lanzado para protegerla justo antes de estrellarse, por lo que su único malestar físico se reducía a los golpes que había obtenido de la carrera junto a Dabi, que igualmente no eran menores. ­

Esta noche no podría ir peor, ¿cierto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora