Héroes de Wembley

El último entrenamiento

Tarde del sábado 10 de julio de 2021

-Chicos, ahora vamos a hacer regates a los conos-explicó Luis Enrique-¡Venga, rápido, rápido!

Los jugadores de la selección española estaban en mitad de la última sesión de entrenamiento antes de la final de la Eurocopa. Koke, Diego Llorente, Thiago Alcántara, Alvaro Morata y Fabián Ruiz corrían entre los conos con la pelota a toda velocidad.

Después, en otro ejercicio, los jugadores daban toques en el aire al balón con la cabeza, y se lo pasaban unos a otros, en parejas. Rodri y Marcos Llorente dieron más de 50 toques así.

-¡Vale, chavales! Ahora hacemos el partidillo, en dos grupos, igual que ayer. Venga, a mantener la posesión todo lo que podáis.

Y así, en dos equipos diferentes (peto rojo y peto verde), los futbolistas jugaron un mini partido, probando su velocidad, exprimiendo las posesiones al maximo, afinando la puntería de cara a portería. Posteriormente hicieron levantamiento de balones para ejercitar los brazos. Y por último ensayaron las transiciones sobre el césped con mucha dedicación.

-Ok, por hoy ya hemos acabado-anunció Lucho.

Pau Torres estaba sudando de lo lindo tras el último ejercicio; la frente le chorreaba. El rubio se había reconciliado con Rodri tras la broma del secador: le regaló uno nuevo. Este y varios compañeros se tumbaron sobre el césped para descansar un poco.

Koke les roció con botellas de agua.

-No me creo que estemos viviendo esto-soltó Eric García-Me parece tan irreal...

-Bueno, dicen que los sueños, sueños son...hasta que se cumplen... -dijo Dani Olmo-Yo tampoco estaba convencido de que acabase jugando con España, y mira...

Unai Simón se hallaba con los ojos cerrados, concentrado, viajando en el tiempo con la mente.

-Puedo oír el rugido de Wembley...noventa mil almas gritando, dejándose la voz, la mayoría ingleses...pero también siento a muchísimos de los nuestros, a Manolo con su bombo, la gente está haciendo la ola y ondeando banderas españolas...-relató el portero.

-¡Qué guay! Oye genio, ¿y también sabes el resultado? Es para un amigo-rio Pau.

-Pues no, listo, y además me acabas de interrumpir la meditación-dijo Unai algo irritado.

Mikel Oyarzabal tenía la mirada perdida en las nubes que cubrían el cielo.

-¿Pensáis que lloverá mañana?-preguntó.

-A saber...aquí llueve casi todo el tiempo-avisó Ferran.

Mikel mantenía una relación de amor-odio con la lluvia. Detestaba mojarse, pero con el correr de los minutos sentía que el agua que había caído sobre él le recargaba de energía. Y sacaba lo mejor de su persona. Algunas de sus grandes actuaciones con la Real Sociedad en Anoeta las había firmado con diluvios de por medio.

Los futbolistas podrían quedarse el resto de la tarde tumbados allí, pues la temperatura era agradable y el sol comenzaba a ponerse. La sesión había sido de dificultad intermedia, ya que Luis Enrique no quería sobrecargar a sus chicos para la final. Y durante los treinta primeros minutos tuvieron el calor del público, algo que agradecieron enormemente.

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Mientras tanto, Paula aguardaba en el exterior del recinto junto a muchos de sus compañeros periodistas, esperando a que los jugadores saliesen. Deseaba hablar con ellos aunque fuese por pocos minutos, una última vez antes del gran día, para desearles lo mejor. Porque para ella no eran solo jugadores de fútbol, eran algo más, como los hermanos menores que nunca tuvo, sentía un gran aprecio por ellos.

Julen también estaba por allí, aunque tardó en cruzarse con Paula. El locutor llegó más tarde de lo previsto.

-¿Qué tal estuvo la sesión de entrenamiento?-preguntó-Me lo he perdido.

-Pues bien, creo, ha sido un entreno de intensidad intermedia...

-Me hubiese gustado verlo, para un día que nos dejan pasar...uy, perdona un momento-Julen se giró para descolgar su teléfono móvil, y se alejó un poco. Se le notaba bastante alterado.

Paula miraba por las rendijas del portón buscando a los futbolistas.

-No, Eva, eso ya lo hemos hablado, la casa de Mallorca no se vende...¡Bueno, pues si tu pareja necesita dinero que venda SUS propiedades! ¿A mí que me cuentas?-gritó y colgó el teléfono. Después regresó, visiblemente airado, junto a Paula.

-¿Todo bien?-soltó ella.

-En realidad no-dijo con una sonrisa irónica-Mi exmujer me está volviendo loco. Nos separamos hace seis meses y ahora estamos con todo el reparto de bienes y demás rollos...

-Oh, vaya...-Paula no supo qué decir, era una situación embarazosa.

- Pero bueno, no te quiero aburrir con mi vida que bastante tendrás tú con lo tuyo...mira, por allí está saliendo gente-dijo, señalando una de las puertas del recinto.

Una marabunta fue corriendo hasta esa zona, aficionados incluidos. Todos querían sacarse fotografías con los jugadores, hablar con ellos, tener autógrafos, tocarles...Paula supo entonces que sería imposible cruzar palabra alguna con los futbolistas. La muchacha se limitó a acercarse a una distancia prudencial. Y desde ahí, Eric García notó su presencia. Paula agitó los brazos emocionada y le deseó suerte. El defensa culé soltó un "gracias" (sin sonido) desde sus labios y tiró un beso al aire con la mano.

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