Héroes de Wembley

Héroes

¡Olé, olé, olé, olé, olé...! ¡Olé, olé, olé, olé, olé...!

El estadio de Wembley está más animado que nunca, especialmente en las gradas rojigualdas, donde los aficionados aplauden, gritan, hacen la ola y Manolo el del bombo lleva el ritmo. La remontada de España ha reactivado a los miles de compatriotas que allí se encuentran.

Jordi Alba da un largo trago a su botella de agua mientras observa todo aquello.

-Chicos, tengo un plan-dice Luis Enrique en la pausa de hidratación-Vamos a sobrecargar la banda izquierda. Estos tíos quieren llegar a la prórroga como sea, y eso a nosotros no nos conviene. Dani, Pedri, Jordi y Rodrigo, os metéis a tope y rodeáis a la defensa.

-Ok, míster-asiente Jordi Alba.

-Y cuando estéis ahí, os inventáis lo que sea: triangulaciones rápidas, caños, hacéis la croqueta...Toda está gente-señala a la grada de enfrente-está aquí por vosotros, son el jugador número 12. No podemos defraudarles, ellos creen en este equipo. Y yo estoy a muerte con todos y cada uno de vosotros.

Los jugadores hacen un corrillo con mano sobre mano.

-Un, dos, tres, ¡VAMOS ESPAÑA!- gritan.

El marcador señala el minuto 79 de partido. Los ingleses inician un ataque rápido que es cortado por Eric García, quien despeja el balón a banda.

El saque lo realiza Grealish y la bola es recepcionada por Sterling que intenta una chilena que se pierde en la grada. La lluvia cae sobre el terreno de juego en forma de sirimiri. Los futbolistas anfitriones comienzan a replegarse en un intento por amarrar el resultado y marcharse a la prórroga. España elabora un ataque larguísimo en un saque de portería: Unai Simón se la pasa a César Azpilicueta, este a Pau, quien le manda un pase largo a Rodri. Este dribla un par de veces con la pelota en los pies y se la entrega a Ferran, que lanza un centro a Mikel Oyarzabal. El jugador vasco atrapa el pase y estrella la bola en el palo.

-¡Joder, no me lo puedo creer!-se lamenta.

Los minutos finales del partido pasan volando, como si alguien hubiese pulsado el acelerador del marcador. Los españoles intentan sobrecargar la banda izquierda como les pidió el míster, pero es inútil: toda la selección inglesa está metida hasta la cocina y cualquier ofensiva larga en ese punto de partido acaba en saco roto, a pesar de los trucos que se puedan sacar de la chistera.

En el minuto 89 de partido llega otro susto para España con el enésimo lanzamiento a portería de Harry Kane, esta vez desde la derecha y con el balón alto. Unai se eleva por los aires y saca la mano enviando la pelota por encima de los tres palos.

-¿Pero tío, qué te has tomado hoy?-suelta Pedri alucinado-Estás volando como nunca...

-¡Calla y corre, no nos queda tiempo!-exclama el portero.

Desde la banda muestran el cartel con el añadido: tres minutos. Eso es lo que le queda a ambos equipos para evitar irse a la prórroga.

Jordi sabe que es ahora o nunca: se tienen que dejar la vida (y las piernas) en elaborar un contraataque muy rápido para pillar a los ingleses, que están bastante metidos en su área. La falta de espacios es la piedra en la que llevan varios minutos estrellándose los jugadores de Luis Enrique.

El defensa culé sale disparado como una bala por la banda izquierda del campo, cruza un pase a Koke y este se la cede a Pedri que regatea a Sterling como por arte de magia, ganándole en la velocidad. Dani Olmo espera arriba y le hace una señal para que se la pase. Pedri manda la pelota casi a la esquina y Dani la recibe con la rodilla. Ahora él tiene el poder, aunque debe pensar rápido y actuar todavía más rápido. Comienza a internarse en el área aprovechando un espacio mínimo disponible, pero enseguida se ve rodeado. Walker y Maguire están encima suyo. Y en ese momento a Dani se le enciende la bombilla y hace una lambretta, colándose dentro del área inglesa. Enfrente está Mikel, y sin dudarlo le da el pase a este. El jugador txuri urdin está a punto de ser alcanzado por Stones, pero logra recibir el balón justo a tiempo y realiza un disparo raso a portería.