0: prólogo

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Yeonjun suele ser callado y reservado, no le gusta sobresalir demasiado.

Hueningkai es un ser más alegre, lo impulsa a nuevas cosas.

Su colegio es un asco y nadie lo niega, los moretones en los brazos del mayor lo confirman y las risas a sus espaldas le avisan que algo está por ocurrir. Su amigo para de hablar abruptamente y la humedad en su cuerpo se hace presente.

Kai ahoga un sollozo, pues está harto de la situación y Yeonjun solo cierra sus ojos en desesperación. Este toma a su amigo de la mano levantándolo del césped.

La puerta del baño es abierta y ambos jóvenes se adentran.

—Deberíamos decir algo —. Hueningkai menciona despojándose de su suéter empapado a la par de que sorbe su nariz.

—Reclamar de nuevo no hará diferencia alguna, Kai —. Yeonjun trata de sonar calmado, pero no lo logra.

El castaño rueda los ojos. Sabían perfectamente que esa no era la primera vez que ocurría algo parecido.
La vez que lo encerraron en el baño fue desesperante, Kai había gritado a todos los profesores que dos chicos querían golpear a Yeonjun, pero ningún mayor salió a su auxilio, si no hubiera sido por el profesor Choi que solo deseaba hacer sus necesidades, Yeonjun juraría haber muerto aquella vez.

El profesor Choi... Ahora que lo pensaba, este siempre se aparecía cada que los menores tenían algún inconveniente.

Y como si hubiera invocado un ente sobrenatural, el profesor Choi entraba acomodándose la camisa; Kai inmediatamente se paró erguido y Yeonjun solo le observó con una mueca parecida a una sonrisa.

—Buenos días, profesor —. Fue el castaño saludando de manera educada.

— Buen día, chicos —. El mayor respondió con una suave sonrisa, los estudiantes notaron como los hoyuelos se hundían en las mejillas de su profesor. Kai le miró sonriente y casi sonrojado, Yeonjun rió por la actitud de su amigo, igual a la de un chiquillo.

Entonces ese malestar comenzó en Yeonjun, sus labios hicieron una mueca y sus manos viajaron a su estomago, solo deseaba que no ocurriera ahí mismo. Hueningkai se acercó apresurado cuestionando si necesitaba algo, pare esto la mirada del profesor Choi viajó al afectado.

—¿Ocurre algo? —. Sus palabras interrumpieron al par — véanse, están empapados.

—Oh, Hwang Ye... — Yeonjun cortó su oración.

—Estábamos ayudando a regar las flores del patio, pero la manguera se zafó del grifo y terminó mojándonos.

Su profesor asintió dudoso. —Cualquier inconveniente pueden contarme.

Los menores asintieron y después el profesor abandonó los sanitarios.

Hueningkai volteó a ver al pelinegro de manera acusatoria.

—¿Pero qué haces? El profe Choi es el único que nos podría ayudar —. Yeonjun negó.

No haría nada, después de todo la escuela era igual a todas, llena de secretos en cada aula, maestros hipócritas y un director sin ética profesional, y si, eso también incluía al sonriente profesor Choi Soobin.












































¡Hola!, aquí haciendo está historia basada en el álbum K-12 de mi increíble Melanie Martinez, espero y les agrade.

Bye bye.

-Juchi

Ordinary School [Soojun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora