❝ Su manager le había dicho que necesitaba unas "vacaciones", pero para Beomgyu, volver a su pequeño pueblo parecía más una pesadilla. Hasta que Taehyun apareció, y la pesadilla se convirtió en la mejor de las torturas. ❞
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Sus piernas duelen horrores. Han estado doliendo desde que Beomgyu tomó la decisión más estúpida de caminar de regreso a casa en lugar de esperar a que el mecánico viniera a ayudarlos, solamente por salvar su orgullo y ganar una batalla tácita y tonta entre él y Taehyun.
Todavía le duelen incluso ahora, un par de días después, cuando está acostado en el sofá viendo su propia cara en la pantalla del televisor. El Beomgyu en la pantalla está tan feliz y relajado mientras toma la mano de su coprotagonista (y ex novio no tan secreto) y le confiesa su amor apasionado y puro.
A la mierda los hombres. Odia a los hombres, de todo tipo. Odia a GuWon, por engañarlo. Odia a su manager por sugerirle que se tomara un descanso y por enviarlo aquí. Odia a Taehyun, por hacerlo sentir inútil y estúpido y tan... infantil. Incluso se odia a sí mismo por todas las malas y estúpidas decisiones que ha tomado a lo largo de su vida que lo llevaron a donde está ahora.
Beomgyu sabe que no debe compadecerse tanto de sí mismo, su vida es mucho mejor que la de los demás. Ha tenido tanta suerte de que se le hayan presentado oportunidades increíbles y tiene más que suficiente, más de lo que alguien podría desear, pero... le falta algo y lo frustra no saber qué es lo que falta. Es como una pequeña piedra dentro de su zapato que lo molesta con cada paso que da.
Y al contrario de lo que pensaba su manager, volver a este viejo y diminuto pueblo donde creció no ha ayudado en absoluto hasta ahora. En realidad, ha empeorado todo. Beomgyu está lejos de redescubrir su esencia, en cambio lo único que ha estado haciendo es actuar como un niño tonto que no deja de humillarse frente a su nuevo mayor enemigo declarado: Kang Taehyun.
Taehyun, el sujeto que una vez fue su mejor amigo y (según su abuela) su máximo amor de la infancia, ahora es la persona que vuelve loco a Beomgyu. Taehyun con sus grandes ojos brillantes que nunca lo dejan en paz, sus comentarios inteligentes y su sonrisa fanfarrona... No debería molestarlo tanto, pero lo hace. Como adulto, Beomgyu sabe que lo más maduro que puede hacer ante eso es ignorar la presencia del hombre, pero es difícil cuando está en todas partes a su alrededor y todo lo que hace su abuela es hablar de él.
Taehyun esto, Taehyun aquello...
— Beomi, ¿por qué estás tan enojado con la televisión? —AeRi pregunta con curiosidad. Beomgyu no la escuchó entrar a la sala de estar, por lo que su voz lo toma por sorpresa y lo hacen saltar en su asiento, sacándolo de sopetón de su tren de pensamientos— ¡Mírate! Estás frunciendo tanto el ceño, es malo para la piel ¿lo sabías?
— ¡Halmeoni, me asustaste! —Beomgyu chilla, tratando de recomponerse— No te escuché venir, estaba pensando —explica.
— ¿Y qué ocupaba esa cabecita tuya, cariño? —su abuela ama los chismes más que nada en el mundo y hace reír a Beomgyu cuando mueve las cejas hacia arriba y hacia abajo de una manera divertida— ¿Un chico tal vez?
— ¡Halmeoni! —hace una mueca pero no lo niega ni lo confirma. Aunque seguramente su abuela lee a través de la expresión en su rostro y sus mejillas sonrojadas. Beomgyu ya no quiere ponerse más en evidencia, por lo que opta por cambiar de tema— ¿Me necesitabas para algo?