❝ Su manager le había dicho que necesitaba unas "vacaciones", pero para Beomgyu, volver a su pequeño pueblo parecía más una pesadilla. Hasta que Taehyun apareció, y la pesadilla se convirtió en la mejor de las torturas. ❞
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El sol sube y baja en el cielo a medida que pasan los días y se vuelven menos cálidos y brillantes. Así como si el clima hubiera sintonizado con el ambiente tenso y lúgubre de la casa, en tan sólo unos días las lluvias de verano llegan al pueblo y al hogar de AeRi; los cielos se tornan grises durante las tardes casi con el único propósito que Beomgyu parezca más callado y reservado, y hacer que Taehyun se sienta cada vez más culpable por sus palabras.
Es consciente del daño de sus palabras, sabe que incluso si Beomgyu presume de un gran ego, su orgullo es tan delicado como las alas de una mariposa y podría dañarse fácilmente con las palabras correctas. Siempre ha sido así desde que Taehyun tiene memoria, como un diamante, siempre luciendo bonito, brillante y caro, resistente a los rasguños de su hermosa apariencia pero muy frágil a cualquier golpe fuerte.
Y a lo largo de los días ha tenido tiempo más que suficiente para reflexionar sobre su comportamiento, sintió la carga de sus palabras pesadas en su pecho y se dio cuenta de que necesita disculparse (una vez más) con Beomgyu, esta vez real y sinceramente. Pero resulta que es más fácil decirlo que hacerlo; incluso cuando ni él ni Beomgyu están tan ocupados en la granja debido a las fuertes lluvias y tienen que pasar la mayor parte de las tardes dentro de la casa, Taehyun tiene dificultades para encontrar un buen momento para atrapar a Beomgyu y charlar con él. La casa ni siquiera es tan grande, sin embargo, Beomgyu ha encontrado una manera de desaparecer de la vista de Taehyun tan pronto como se cruzan, y en los momentos poco comunes que han compartido el mismo espacio, Beomgyu siempre está ocupado hablando con su abuela o recibiendo llamadas de su manager, dejando a Taehyun con el discurso todavía en la boca.
De hecho, es durante el quinto día después de su última pelea, mientras Beomgyu recibe una llamada de su manager en la terraza cerca de los manzanos cuando AeRi se acerca a Taehyun, quien está leyendo un libro sentado en el sofá de la sala con Toto a sus pies, y se sienta a su lado dejando escapar un largo y pesado suspiro, atrayendo su atención y haciendo que desvíe la mirada de su libro y arrastre sus ojos hacia su rostro sólo para encontrar que ella ya lo estaba mirando. Taehyun no necesita preguntarle a AeRi qué le pasa, él sabe que ella es una persona muy observadora. ¿No sería una tontería pensar que ella no notaría la repentina atmósfera más pesada y fría entre Taehyun y Beomgyu? Es vieja pero no tonta, y Taehyun lo sabe muy bien, así que no le sorprende cuando AeRi habla.
— No me gustan los días sombríos —esas son sus primeras palabras y Taehyun asiente lentamente, esperando a que dé más detalles sobre eso, lo cual hace pronto— No me malinterpretes, me encanta la lluvia, hace que el verano caluroso sea más llevadero, sin embargo estos últimos días parece que los cielos no son los únicos que se ponen grises. Me hace sentir pena por mi nieto. Vino desde Seúl hasta aquí sólo para descansar y recuperar algo de energía, pero de alguna manera se ve aún más agotado que el día que llegó aquí. Solía ser tan sonriente y alegre cada vez que venía de visita, siempre deseando pasar tiempo con su halmeoni, pero no puedo evitar notar que ahora lo único que anhela es volver a la ciudad, como si estuviera teniendo mal rato aquí con nosotros —se lamenta y sus palabras sólo logran hacer que el sentimiento de culpa se hunda más y más en el pecho de Taehyun, pesado dentro de él. Baja la mirada sin poder evitarlo— Rompió con su novio no hace mucho, ¿lo sabías Taehyun-ah?
