Capitulo 21

685 50 3
                                    

Olivia

Al entrar a su casa sentí un aire de nostalgia, como si hace años no hubiera ido, cuando solamente, había ido hace un par de semanas. Trague saliva y me dirigí hacia su habitación, miré por detrás de mi hombro y vi que Dante me venía siguiendo.

Llegué a la puerta de la habitación, estaba cerrada. Dude un minuto para ver sí tenía que tocar o solamente entrar e ir a abrazarla y consolarla. Elegí la segunda opción y abrí la puerta esperándome a encontrar a una Georgina desecha en su cama, llorando y diciendo el porqué tomo esa decisión, pero no. Solamente estaba sentada en su cama mirando a una esquina de su habitación, no había rastro de lágrimas por sus mejillas, tampoco tenía los ojos rojos e hinchados de llorar. Su rostro se giró hacia a mi y de un momento a otro empezó a llorar, me acerqué rápidamente a ella y la abrase.

—Shhh, está bien... —le susurre al oído mientras le sobaba la cabeza —, tranquila, suéltalo todo, estoy aquí.

—Yo..., lo arruine todo —dijo mientras se alejaba de mí para acostarse y ponerse en posición fetal para seguir llorando.

—No, claro que no, Gigi. —trate de calmarla.

En estos casos no se exactamente cómo animar a alguien para hacer que se sienta mejor, nunca he sido buena para estas cosas.

—No me mientas..., por favor. —vi como su labio inferior temblaba, ella estaba mal, necesitaba subir sus ánimos.

—No te miento, cariño. En serio que no lo hago, no has hecho nada malo, solo hiciste lo que tu corazón quería.

No respondió.

—Así que no tienes que sentirte mal por eso, nunca tienes que sentirte mal por haber hecho algo que necesitabas y querías hacer. Nunca. —seguí hablando.

—¿Y si esa decisión hizo que alguien se sintiera mal? —habló luego de un rato.

—Depende...

—¿De que? —frunció el ceño.

—De si esa decisión fue solo para hacerle daño a esa persona o fue para sentirte mucho mejor, mental y físicamente, por ejemplo: si tu ya no te sentías cómoda con esa decisión y la otra persona si, y gracias a eso, esa persona se va a sentir mal aunque tu no quieras.

—Ooohhh, si..., entiendo. —dijo ahora un poco incómoda, tratando de dejar el tema por olvidado.

—¿Georgina?

—¿Si? —me miró.

—Esto... —no sabía cómo preguntarle si nuestra conversación tenía que ver con Filak —, ¿tiene que...? —no llegué a terminar de hablar ya que ella me interrumpió antes.

—Si, termine con Filak. —dijo secamente limpiándose el resto de lágrimas en sus mejillas, no me había dado cuenta de que había dejado de llorar.

No sabía qué decir, así que solo me aclaré la garganta.

—¿Él te lo dijo? —preguntó al notar mis pocas ganas de seguir hablando.

—Si —la mire —, lo siento. —admití.

Y en serio lo hacía, no porque ella y Filak hayan terminado eso significaba que me iba a poner de novia en menos de un día con él, no pensaba hacerlo ni nada parecido. No podría hacerle eso a ella. No lo merecía.

—No te preocupes, ya lo estoy asimilando un poco mejor —sonrió sin ganas, tratando de bromear.

Traté de reírme, o al menos sonreír. Pero no pude, solo salió una mueca gracias a eso.

No somos nada de eso (incompleta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora