Capítulo XXI Las hojas se inclinan, el invierno llego.

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Las hojas cayeron, las flores marchitaron, las aves emigraron siguiendo de ese modo aquel ciclo tan repetitivo que compone a la vida como tal y como era de esperarse los jóvenes rebeldes que una vez se enfrentaron a grandes peligros se volvieron adultos respetables, los adultos en sabios ancianos y los pequeños que estaban por venir crecieron hasta volverse jóvenes prometedores de cada una de sus sectas, la vida para todos mejoró, las reglas ambiguas que arruinaron incontables vidas fueron extinguidas al igual que la maldad que rodeaba a la gente o al menos eso se creía.

En las profundidades de los bosques de YiLing donde descansaban los restos de una olvidada secta que sacudió al mundo en su momento, se encontraba un ser que iba y venía como si su vida dependiera de ello, sus ropas se componían de unas túnicas desgarradas, viejas y sucias que eran ocultadas a la vez por un pedazo de tela que cumplía el papel de una capa, desde que abandonó a los Yang y la residencia Yunmeng hace más de quince años XueSheng había tenido que lidiar con su culpa y las pesadillas por su cuenta, siempre eran las mismas imágenes, él se encontraba a unos metros siendo sujetado por pesadas cadenas mientras un enmascarado atravesaba una y otra vez a su padre y a Madame Yang, él gritaba que detuvieran eso pero su voz era simplemente nada comparado a las carcajadas que sonaban de fondo que seguramente pertenecían a sus enemigos, nunca entendió cómo su vida había dado un giro tan drástico para dejarlo absolutamente sin nada pero lo que sí sabía es que ya no podía seguir viviendo de ese modo, debía terminar con los Wen o su padre y su señora jamás iban a descansar. Tras ahorrar algo de dinero se aseguró de comprar artefactos que le sirvieran en esta misión y cuando sintió que todo estaba listo se apresuró a ir a la ciudad para tomar una carreta que lo llevara a su destino pero al llegar a aquel lugar sintió como los recuerdos volvían a él, su padre, los Yang, todo le pareció un dulce sueño que en ese momento deseó volver a vivir saliendo solamente de esas alucinaciones cuando observo por la calle principal a tres jóvenes de los cuales uno le pareció conocido, sin embargo, sabía que era imposible pues nadie podía rejuvenecer en esta vida.

— Solo es tu mente jugando otra vez con tus sentimientos XueSheng... no es real...

Se susurro mientras negaba repetidamente con la cabeza esperando que con ello las imágenes se esfumen del camino frente a él, pero cuando volvió la vista a esas personas nuevamente noto la joven imagen de aquel al que consideraba su primer amor y como si su mente deseara estar segura de ello envió una señal a sus piernas que siguieron ese deseo y comenzaron a caminar de manera discreta en dirección a esos tres jóvenes que hablaban divertidos entre ellos y entre más se acercaba más podía escuchar de su conversación.

— No puedo creer que hayas sido tú el que solicitara todo esto SiZhui, ¿Por qué permites que Madame Lan siga sin cumplir las reglas?

El joven de trajes dorados habló con cierta molestia mientras el que vestía túnicas blancas lo observó con una sonrisa comprensiva que ninguno de los dos presentes supo distinguir a quien de sus padres pertenecería aquella mirada.

— A-Ling... — susurro una vez sintió correcto responder — desde que te enteraste que mi papá no era tu tío biológico dejaste de tratarlo cariñosamente, así que imagine que te sentirías más a gusto si hacíamos el viaje por separado...

— No me importa viajar con él o por separado — refunfuño — lo que me molesta es que si viajamos por separado ¿porque tenemos que traer a JingYi con nosotros? ¡Si estamos comprometidos no veo porque debamos tener un chaperón!

El joven de túnicas blancas no pudo evitar avergonzarse ante las directas palabras del contrario que se sentía indignado por cómo habían ocurrido las cosas pues él creía que ese era el primer viaje que tomaría con su prometido a solas y no con un primo que les estaba robando el dinero a ambos para conseguir vino y comidas deliciosas.

Secta Yiling Yang [WangXian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora