Capítulo III Hortensias

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— ¿Estás seguro de esto?

Cuestiono MeiLing mientras observaba la espalda de su hijo el cual había tomado una decisión bastante difícil, incluso ella sabía que si no salía como lo planearon perderán más de lo que ganaron pero WangJi estaba tranquilo, como si un matrimonio arreglado fuera algo sencillo de realizar sin contar que era con un clan que claramente los veía como enemigos.

— He tomado mi decisión madre, espero la respetes.

— Dudo que acepten esto, tu padre jamás estaría de acuerdo con...

— No soy mi padre — respondió molesto — que pasen los líderes Jiang primero, me encargare de hacer el compromiso.

— Hijo, piensa un poco más las cosas — intenta que entre en razón — sé que QiRen nunca nos mentiría pero esto es precipitado...

— Llama a los líderes Jiang.

Fueron las últimas palabras que el líder le dio a su madre antes de que ésta abandonara el salón dejándolo a solas permitiéndose caminar alrededor de aquel pedazo de trono de hierro recordando una vez más aquella noche intentando asegurarse de quienes estuvieron presentes durante la muerte de su padre pero en cierto punto todo se volvía borroso y las caras frente a él se desvanecen siendo imposible estar seguro de si había alguien más además de los líderes Jin y Wen dejando eso de lado cuando tocaron la puerta permitiendo así el paso de una bella mujer de piel cremosa que mostraba ferocidad en sus rasgos delicados que como decían los rumores eran tan fríos como el jade resaltando mucho más en aquel frío y oscuro lugar por sus túnicas violetas, está observo el lugar con claro disgusto mientras con una mano acaricia un anillo violeta que descansaba en uno de sus dedos de la mano contraria deteniendo su mirada en WangJi, el cual le regresaba la mirada antes de bajar los escalones para estar frente a frente de la que muchos consideraban la araña violeta y una de las cultivadoras más poderosas de sus tiempos.

— Madame Jiang...

— ¿Líder Yang? —sorprendida — Debo admitir que esperaba algo más del hombre que destruyó a los malditos Wen.

— Lamento no llegar a sus expectativas — realizando una reverencia — aunque usted parece siempre superarlas...

— No intente halagarme con palabras vacías líder Yang — restando importancia — Vaya directo al grano y déjeme ir con mis hijos.

— Si usted insiste.

Soltó WangJi restando importancia mientras caminaba fuera de la habitación, acción que claramente sorprendió a la dama que a pesar de molestarse decidió seguirlo caminando ambos por unos pasillos hasta llegar a uno de los límites del hogar donde nadie parecía estar cerca para escucharlos, cosa que puso en alerta a Madame Jiang pues si intentaban algo era seguro que no podría salir, por su parte WangJi estaba completamente tranquilo observando el paisaje que a pesar de estar muerto le agradaba un poco pensando tan solo por un segundo que ese lugar debió ser hermoso en su pasado.

— ¿No es hermosa la vista?

— Lo es — acercándose a su lado — pero dudo que me haya traído a este remoto lugar para hablar de vegetación muerta.

WangJi no pudo evitar sonreír mientras asentía ante las palabras de la mujer, por alguna razón sentía que su madre hubiera dado las mismas respuestas en su posición.

— Tal parece que los clanes nos ven como sus enemigos ahora...

— ¿Cómo no podrían verlos así? Destruyeron a un clan en solo una noche...

— Tenía mis razones — la observa — quiero hacer un trato con las otras cuatro sectas, pero estoy seguro que no lo tomaran en serio si no estoy en buenos términos con los Jiang.

Secta Yiling Yang [WangXian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora