Hacia tiempo que no sentía algo así, en qué momento perdió el interés de volver a sentir esa chispa, esa sensación en el estómago que le hacía sentir ese hermoso pelirrojo, perdió tanto tiempo buscando a otra persona que lo haría sentir el, como si centésimas de caballos corrieran en su estómago haciéndole sentir miedo, nervios, pero más que nada, emoción y deseo.
—Yule, Karin, por fin se dignan a prestar su presencia— hablo Ranson rompiendo ese momento de incomodidad —Los estábamos esperando, solo faltaban ustedes.
Ambos chicos tomaron asiento haciéndose frente durante toda la jornada, las charlas sobre el comercio, política y mercado era lo único que resonaba sobre la mesa, platillo tras platillo el tiempo paso volando, las dos copas llenas de vino, sus colores inevitablemente diferenciables, en este caso, el blanco y el tinto era lo que se podía observar en esas copas, pero las miradas que se habían encontrado segundos antes, habían tenido que romper contacto debido a un anuncio importante.
—Es de mi agrado informales— El hombre de cabello negro hablo, llamando la atención a todos —Que hemos decidido unirnos en alianza, y así, unificar nuestros legados, tropas y demás, formando así, un compromiso, Yule, Karin, es un honor para mí, informales que en poco tiempo, ustedes serán esposos, felicidades por su compromiso.
∞∞∞∞
El silencio era incómodo, como se supone que deberían de actuar después de que les dijeran que estaban comprometidos?
Karin miro a su madre, la cual solo desvío la mirada, pero la molestia en los ojos de Yule era evidente.—Bueno, creo sería bueno que los chicos hablen un poco a solas no?
Todos asintieron de acuerdo, así que los chicos en completo silencio se dirigieron hacia la puerta que daba al jardín.
—Otra cosa— Aquel hombre pelinegro llamo la atención de los jóvenes antes de que pudieran salir del salón— La boda será en tres meses.
Tres mese...muy poco tiempo...
El aire soplaba helado, y no había forma de que alguno quisiera romper la barrera de hielo que se había formado entre ellos, asi que Karin de decidió hablar.
—Tres mese eh? Bueno, aún tenemos tiempo de enamorarnos.
Aquella última palabra hizo que Yule frunciera el seño —Enamorarnos?— Una risa sin gracia y seca salió de sus labios —Enamorarnos dices? Quieres que te recuerde la última vez que nos vieron juntos? Porque yo lo recuerdo perfectamente.
—No pienso, ni quiero hablar de eso— Karin había desviado la mirada y ahora solo miraba sus pies.
—No te preocupes, nos quieren juntos, no porque piensen que tenemos algo, a ellos lo único que les interesa es la riqueza y el poder, estaremos juntos si hacemos lo que nos piden y no causamos problemas.
Yule se levantó y siguió el camino de pierdas hasta perderse entre los enormes arbustos y frondosos árboles, en el momento que lo perdió de vista se permitió soltar las lágrimas que habían amenazado con salir.
Los gritos de aquella noche en el granero aún lo seguían en las noches mientras se consumía en el sentimiento de culpa.
∞∞∞∞Que conveniente, aparentemente habían decidido que Yule y Karin viviría juntos hasta el día de la boda, estarían habitando una pequeña casa construida en la frontera, pequeña pero perfecta para dos personas.
—Asi que aquí será nuestro nuevo hogar.
Karin mentiría si diera que no le emocionaba la idea de vivir con Yule, el estaba emocionado por poder compartir un lugar con Yule, y si lograba tener suerte, antes de la boda podrían estar juntos de nuevo.
—Genial, solo hay una habitación.
Karin corrió a la, aparentemente, única habitación, y pudo comprobar de primera mano que efectivamente era la única habitación, y por lógica la única cama en la casa.
—Tendremos que compartir, me niego a dormir en el piso o en la sala, o puedes dejarme la cama a mi solo.
—No dormiré en el suelo— Karin se negó, aunque no tendría problema en eso, no perdería la oportunidad de dormir en la misma cama que el— No esperes que haga tal cosa.
—Bien, es tu desición.
∞∞∞
—Yule! Sueltame maldito idiota!
—Por favor para Papá!
Los golpes y los gritos resonaban en el aquí lugar.
—Dejalo! Para, que me sueltes!
Yule!
Su respiración era agitada, asía tiempo que no tenía esa pesadilla, había pasado mucho tiempo desde eso.
No había nadie a su lado, Karin debió de averse despertado desde temprano, pues los rayos del sol ya habían salido y brillaban en lo alto, un delicioso aroma a café recién hecho inundaba la casa y eso hizo que su apetito se hiciera presente, tomo una ducha rápida y tomo camino a la cocina.
Se encontraba Karin tomando un café dulce con leche mientras comía un pan con mantequilla.
—Buenos días— Llamo Yule captando la atención de Karin, sacándolo de sus pensamientos.
—Buenos días, hice el desayuno, espero te gustó.
Sonrío, Karin sonrió, todo lo que había pasado y el tiempo que había pasado, no hizo que el hermoso pelirrojo que estaba frente a el sonriendo con tanta ternura, cambiará su actitud. Yule solo puso suspirar, lo había extrañado, pero no lo admitiría en voz alta.
—Tengo que irme— Aviso Karin poniéndose de pie.
—Qué? A dónde?
—Tengo que trabajar.
—No, por qué? Tu ya no tienes que trabajar, yo-
—No dejaré mi trabajo solo porque tú puedes cuidar de mi— dijo seriamente Karin, sabía lo que Yule quería decir y no no permitiría que algo así pasará.
—Yo no-
Nuevamente Yule fue interrumpido por Karin —Te conozco, más de lo que crees, y se que piensas que puedes mantenerme y así cuidar de mi, y se perfectamente que si puedes, pero no permitiré que eso pase, no volveré a sentir inútil solo porque te tenga a mi lado.
Inútil? De que demonios estaba hablando? Para Yule, Karin era el chico más fuerte, trabajador y seguros de si mismo, jamás pensó, que el el pelirrojo se hubiera llegado a sentir inútil solo por estar con el.
Pero era tarde para recordarle, el chico ya había abandonado la casa, dejándolo solo con su tasa de café negro.

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En el nombre de la Luna
De TodoDos civilizaciones, ambas con costumbres diferentes. "Anul"vivian durante la noche, eran despreciados y aborrecidos por los del día. "Rolas" su jornada habitual era durante el día, estos realmente odiaban a los de la noche. Pero dos jóvenes se co...