𝘚𝘰 𝘴𝘢𝘥

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La vida no le estaba funcionando. Vagando por las calles de Seúl con una maleta pensaba que hacer con su vida en ese momento. Sus sueños habían terminado en cuestión de minutos.

Lo peor de todo es que él sabía que esto sucedería tarde o temprano.

La ausencia de su madre se hacía cada vez más presente. Miles de kilómetros los separaban y el no tenía ni un peso para regresar a la seguridad de su hogar. Estaba perdido totalmente.

La batería de su teléfono había muerto, no tenía forma alguna de contactarse con alguna persona. Sus bolsillos estaba vacíos y el frío abrazador de la noche era tan intenso que comenzaba a temblar.
Lágrimas intentaban bajar pero él las retenía. Se sentía morir, su corazón dolía. Su padre lo botó de su vida como si de basura se tratase, apenas había alcanzado a hacer su maleta y guardar algunas cosas importantes.

Sabía que al día siguiente sus pertenencias olvidadas estarían el basurero.

Hyunwoo siempre se preguntó qué había mal en él. Siempre intento agradarle a los demás, obedecía cada cosa y aún así todos los días había quejas sobre él, esa mujer sacaba a relucir sus defectos y el moreno simplemente se creyó todo lo que escuchó. Se creyó que era un bueno para nada, una carga más, un mantenido, alguien que básicamente sobraba.
Él sobraba en este mundo.

Con pasos lentos siguió hasta una banca del parque donde se encontraba. Talló sus ojos para eliminar cualquier rastro de lágrimas y se sentó ahí. Observó los autos pasar, las personas caminar, las luces que iluminaban la ciudad mientras el tiempo corría hasta que alguien tras él gritó su nombre.

—¡Hyunwoo hyung!

El moreno giró confundido para observar a un chico bajito encaminarse hacia él. Tenía puesta muchas prendas que lo abrigaba del frío y eso provocaba que se vea aún más bajo.
Sabía quién era.

—Kihyun-ah, buenas noches—dijo abochornado.

—Hyung ¿por que está fuera a estas horas y por qué rayos no contesta mis llamadas? Estaba muy preocupado. Llame a su casa al no recibir sus mensajes y me encuentro con la sorpresa de que no se encontraba y no tenían ni idea de donde estaba—reprochó Kihyun enojado. Hyunwoo no le regresaba la mirada y eso lo preocupó aún más pero entonces vio su maleta—Hyunwoo hyung...

—Kihyun, yo...—el silencio se hizo presente. Hyunwoo tenía la mirada baja y se sentía muy avergonzado por la circunstancia. Qué pensaría Kihyun de verlo en la calle con una maleta. No se sentía nada bien—me quedé sin batería y por eso no pude...

—¿Por qué carga con una maleta?—fue directo y Hyunwoo no supo que decir. Temía que el menor pensara que era un perdedor, que lo juzgara por lo que sucedió. Pero Hyunwoo no podía más. Se sentía demasiado humillado, avergonzado y las ganas de llorar aumentaron aún más. Se sentía patético, un perdedor por completo—Lo iba a ir a buscar a su restaurante favorito. Pensé que posiblemente estaría ahí...

—Kihyun-ah—interrumpió—¿me podrías abrazar, por favor?—conecto su mirada con la de Kihyun y entonces él lo supo.

Se pego al cuerpo de menor y comenzó a llorar desconsoladamente. Kihyun lo abrazo como pudo, dejando leves caricias en su espalda mientras que Hyunwoo lloraba en el hombro del menor.
Pasaron minutos hasta que poco a poco cesó. Pequeñas lágrimas se deslizaban aún por sus mejillas. Kihyun podía sentirlo y lo abrazó con más fuerza.

—Kihyunnie, ¿puedes... puedes decirme que e-estás orgulloso de m-mi?—sus ojitos cerrados esperaban la respuesta de su menor atentamente. Necesitaba sentirse querido, útil. Necesitaba que le regresaran la vida que en estos dos últimos años le habían arrebatado.

—Hyunwoo, estoy muy orgulloso de ti y no porque me lo digas. Realmente eres uno de los chicos más sorprendentes que he conocido. Sabes que no soy muy bueno con las palabras pero eres mi orgullo, Hyunwoo—más lágrimas salieron de sus mejillas. Kihyun sonrió—haz logrado muchas cosas, a pesar de que las circunstancias no siempre han sido buenas tú jamás has desviado atención y eso es algo digno de admirar. No significa tampoco que esté bien porque las cosas que nos hacen mal y aún así las soportamos nos hieren mucho, cosa que definitivamente no está bien. Eres un hombre increíble Hyunwoo, créetelo y me alegra bastante contar contigo, con tu presencia, con tu amistad. Sabes que yo siempre pondría la mano al fuego por ti ¿no es así?—Hyunwoo asintió.

Poco a poco se separaron. Un pequeño sonrojo se apreciaban en las mejillas del mayor. Quito las lágrimas que botaban por su rostro y sonrió.

—Muchas gracias Kihyun. Gracias por siempre estar conmigo.

Kihyun tomó las mejillas del moreno, acariciandolas como en algún momento lo hizo para después acercarse poco a poco, rozando sus narices con ternura, sin apuros para después juntar sus labios en un lindo beso. No era profundo, tampoco fue corto. Sus almas se entrelazaron y los sentimientos de ambos fluyeron con la cercanía de sus belfos que se acariciaban con amor, danzando como anteriores veces lo habían hecho.

Kihyun interrumpió el beso, acariciando los cabellos del mayor y por ultima vez besó los labios del moreno, pero esta vez fue algo corto.

—Ven, Hyunwoo. Te quedarás en mi casa.

Dreaming - ˢʰᵒʷᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora