Ｄｒｅａｍｉｎｇ - ˢʰᵒʷᵏⁱ

𝒦𝒾𝓈𝓈 𝓂𝑒 𝓂𝑜𝓇𝑒

El sueño lo abrumaba, su autoestima estaba por los suelos. Había fallado en una de sus notas. Y no solamente era eso; si no que sus pies no se coordinaban al bailar. Se sentía un completo desastre. Una mancha en el grupo y escuchar las fuertes críticas de su instructor de canto lo ponía de peor ánimo.

Suspiro mientras tomaba las llaves y abría la puerta del departamento. Parecía que estaba solo, los demás miembros aún no llegaban. Aliviado, encendió las luces y se adentró a su hogar. Decidió tomar una ducha para intentar relajarse, cosa que hizo.

Un gemido de satisfacción salió de sus labios. El agua caliente se deslizaba por su cuerpo, quitando la tensión de sus músculos. Deslizó el jabón por su suave piel, pasándola por los pectorales, su abdomen, espalda, yendo aún más bajo. Lavó su castaño cabello, masajeando su cabeza lentamente, sin ser brusco.
Unos treinta minutos después estaba viendo su reflejo a través del espejo del baño. Se veía demacrado. No hacía más que esforzarse estás últimas semanas descuidando su imagen. Grandes ojeras podía observar debajo de sus ojos, su nívea piel estaba más pálida de lo normal, el peso que tanto le costó y amo había bajado, haciéndose ver más delgado. Suspiró y comenzó a secarse con una toalla para finalmente tomar su bata y salir del baño.
Al parecer seguía solo en casa por lo que pensó que una copa de vino no vendría nada mal en esos momentos.

Se sentó en el sofá, puso un poco de jazz y tomó de su copa. Estaba demasiado estresado, los errores en los ensayos y presentaciones eran tan evidentes que la empresa lo acosaba con ese tema tan constantemente, los medios hablaban de él tan abiertamente, Monbebe expresaba su preocupación por medio de extensos post y, aunque los miembros del grupo no le decían nada, podía observar su frustración al ver que su vocalista principal estaba cayendo.
Se estaba esforzando de demasiado. Cada día tomaba clases de canto, repasaba las coreografías hasta altas horas de la noche pero era tan inútil, sentía que empeoraba.

Necesitaba descansar, salir de todo por un momento, alejarse de todo y embriagarse era una buena manera de alejar su mente por un momento de todos sus problemas.

Escucho la puerta del departamento abrir y cerrar mientras unos pasos tras suyo hacían eco por todo el lugar. Hizo una mueca inconsciente de frustración al saber que ya no podía disfrutar de su mediocridad a solas.
Como si nada pasara, siguió tomando de su copa casi terminada. Se relamió los labios intentando tomar hasta lo último del vino pero sintió como unas grandes manos se posaron en sus hombros. Kihyun se sobresaltó al sentirlo volteándose para sorprenderse al ver a su líder regalándole una pequeña sonrisa.

Los ojos de Kihyun brillaron al verlo pero antes de siquiera hacer un movimiento Shownu comenzó a masajear sus hombros con delicadeza. Kihyun cerró sus ojitos, dejándose llevar por los movimientos de su líder.
Estaba tan sorprendido de verlo, hacía mucho tiempo que no se veían ya que Shownu, al cumplir con su servicio militar le era imposible estar tan cerca de los chicos, invertía su tiempo en planear clases para sus pequeños estudiantes y Kihyun tenía sus deberes como idol, aún más con esas aterradoras semanas. Para cuando Shownu pasaba a ver a los chicos el menor nunca estaba con los demás, siempre estaba trabajando, cosa que preocupó al mayor sobre todo.

Shownu prometió consentirlo si lo miraba y ahora era la oportunidad perfecta para hacerlo. Era consiente del gran esfuerzo de Kihyun y estaba demasiado preocupado pero no quería alterarlo así que siguió con ese asombroso masaje, sonriendo al mirar a Kihyun disfrutarlo.

—Oh hyung, ¿cómo aprendió a hacer estos increíbles masajes?— preguntó Kihyun en susurros, absorto en los maravillosos movimientos.

Shownu río por lo bajo —A veces Jooheon necesita ayuda después de una dura práctica y eso ayudó a mis habilidades como masajista.