"Cerebros y músculos" trata sobre la historia de ocho amigos que comparten la misma visión de que ser guapo atrae a chicas -algunos a su manera-. Katakuri y Cracker viven juntos, ya que son hermanos, y viene una vecina nueva llamada Hirawashi Len. K...
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Sábado al mediodía. Como siempre suelen hacer, quedaban en aquel restaurante para almorzar tranquilamente y charlar sobre los acontecimientos que han sucedido a lo largo de la semana. Por ejemplo, Paulie estuvo explicando sobre el encuentro con Yumel y que estaba con una amiga pelirroja. O el choque que hubo entre Spandam y Tais. O la quedada de Smoker con Rose…
—¡Espera! —lo paró Cracker—. ¡¿Has quedado con ella, finalmente?!
—Lo que has oído, sordo.
—¿Se besaron?
—¡¿Y a ti qué te importa?! —le gritó.
—Tú deberías preocuparte por la chica especial —dijo Drake—. La amiga de la tsundere se ve complicada.
—Pues te corrijo. Me ha mirado a los ojos y me dijo que el color rosa es su favorito. —Se lo restregó en la cara.
Katakuri no quería meterse en este asunto. Prefirió estar centrado en su té. El hombre recordó que no tuvo más contacto con Len. Debería volver a entablar conversación con ella porque ha estado enfriándose. No puede perder la oportunidad. Luego se acercó Rose para coger las botellas de cerveza y traer otras nuevas porque iban a estar un buen tiempo charlando.
—Yo esta noche follaré como un salvaje —dijo Lucci dando un mordisco a la carne.
—Joder, ¿ya conseguiste a alguien? —preguntó Paulie sorprendido.
—Esa gótica te dará muchos problemas, jefe —le recalcó Spandam.
—En la cama —rio de forma maliciosa y pervertida.
—A una dama hay que tratarla bien, Lucci —dijo Crocodile—. A no ser que quieras ser rudo. Ahí ya no me meto en esos líos.
En el restaurante, entró Tais que se acercaba a la barra para saludar a Rose. Ya esto se estaba convirtiendo en un hábito para la oji-miel. Spandam se fijó en ella. No podía creer que ella y la futura pareja de Smoker se conociesen. No estaba seguro si acercarse a ella. No. Mejor no. A él no le interesaba ese tipo de cosas. Él cogió el vaso para beber, pero tuvo que escupir porque vio entrar a la cita nocturna de Lucci.
Katakuri lo miró mal porque no se esperó que ese desgraciado lo mojase. Le iba a echar la bronca, pero se fijó que este tenía la mirada en otro sitio; así que se dio la vuelta fijándose que entraba Len con Amélie, Menku, Golzy y el resto de chicas que no conocía. Tiene que ser una reunión. Luego vio que Rose se unió, dándole permiso a su jefe de poder estar con ellas.
—¿Bibianne conoce a la tsundere? —Crocodile no se lo esperaba.
—¡Esa es la chica que me compró la maqueta! —exclamó bajito Paulie para no llamar la atención.
