Una Hermosa Piedra en el Camino

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Powder POV

Para la mañana del tercer día en el mar, al fin se conseguía divisar Freljord en el horizonte. Después del funeral de Riven me había quedado tan atormentada que había tomado unos libros del barco para leer sobre la cultura de este lugar... y quizá no había sido la mejor decisión.

En Freljord todas las mujeres eran esclavas. No podían salir a la calle sin compañía de un varón, ni hablar sin permiso de un hombre, mucho menos trabajar por un sueldo digno. Todas y cada una de las mujeres en ese lugar vivían para servir. Y por supuesto, después de unos análisis junto a Kai'Sa, concordamos en que el cristal debía estar en la mansión Green Path, simplemente el hogar de la familia más adinerada y despreciable de toda la región de Freljord. Y también el lugar dónde se mandaba a las mujeres para "adiestrarse" en la servidumbre.

-De hecho, eso podría ser una buena noticia para nosotras –Kai'Sa interrumpió mis pensamientos. Al ver mi cara de impacto agregó rápidamente-. Me refiero a que podríamos hacernos pasar por esclavas primerizas, entramos, robamos el cristal y nos escapamos.

-Kai'Sa... -suspiré, cubriendo mi cara con ambas manos-. Admito que en el papel suena a un buen plan, pero déjame decirte que entrar por voluntad propia a un lugar dónde masacran, torturan y esclavizan mujeres no me parece muy prudente.

-¿De qué otra forma podríamos entrar?

Ahí estaba el problema. No sabía qué decir, pero antes de tener que admitirlo, Seraphine entró a la habitación.

Después del día en que despertó y supo lo de su voz, no habíamos tenido mucho tiempo para estar juntas. Yo intentaba una y otra vez pasar tiempo con ella, sin embargo, Seraphine me rehuía, no quería escucharme ni verme. Había llegado a pensar que estaba enojada conmigo, y sinceramente, hasta yo me encontraba un poco enojada conmigo. Después de tantas muertes sólo quería ayudar a otras personas, no obstante, las cosas siempre terminaban en un desastre.

La peli rosa arrojó una hoja de papel frente a Kai'Sa, y se sentó lejos de nosotras, mirando hacia el mar.

-Interesante –murmuró Kai'Sa, que leía el papel.

-¿Qué dice?

-Es un plan. Y uno muy factible –parecía que la chica hablaba más para sí misma-. Tendremos muchas posibilidades de éxito si jugamos bien nuestras cartas.

-Kai'Sa, ¿podrías ser menos criptica y decirme el plan? –estaba comenzando a molestarme.

-¡Claro! –dijo ella, apresurada-. Mira, la idea de Seraphine es que usemos el poder del cambiaformas que tenemos encerrado para convertirnos en hombres. Una de nosotras fingirá ser un joven millonario que viene en busca de una joven esposa, eso no dispararía sospechas porque muchos hombres vienen a comprar mujeres. Entonces las demás podemos pretender ser los sirvientes de este millonario.

-No parece mala idea –dije, sopesando las palabras de Kai'Sa en mi cerebro-. ¿Pero cómo podremos usar la habilidad del cambiaformas? No tenía idea que eso era siquiera posible.

Una pelota de papel me pegó en la cabeza.

Levanté la mirada hacia Seraphine que me miraba con exasperación y apuntaba al objeto en el suelo. Tomé la hoja y leí una simple frase que estaba escrita.

El secreto está en la sangre.

Después de unas horas, ya conocía que el poder de los cambiaformas estaba en su sangre, que proyectaba a través del cerebro la imagen física de aquella persona a la que deseaban "copiar", ya que en el fondo no se transformaban, sólo podían aparentar ser alguien más. Como usar un disfraz.

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