She Wolf [CANCELADA]

~ Capítulo 1 ~

Caminaba por los pasillos del instituto, sumida en sus pensamientos, oía los murmuros de los alumnos a su alrededor, seguramente hablando sobre ella.

— Hola. —Dijo un chico rubio apareciendo de la nada.

— Déjame, Matt. — Respondió Dren cortante.

— Oh, vamos, Dren, algún día tendrás que hacer algún amigo o amiga.

Ella no contestó, simplemente caminó a paso acelerado, dejando al chico en pleno pasillo. Al girar en la esquina, en dirección al exterior del centro, comenzó a correr, para llegar antes al bosque que había tras el instituto. Al llegar al centro del bosque, llevó a cabo su transformación: sus ojos se volvieron amarillos, sus huesos y extremidades se ensancharon y alargaron, su columna pasó de estar en vertical a horizontal y por su cuerpo se repartió una gran cantidad de pelo color grisáceo.

— ¿Dre- Dren? ¿Eres tú? —la voz de Matthew se escuchó tras ella.

El chico observaba algo aterrado aquel enorme lobo gris, el animal lo observaba sorprendido y con algo de preocupación.

— ¿Eres tú? —volvió a preguntar, el animal bajó la mirada, sus orejas se inclinaron hacia atrás y su cola quedó entre sus patas traseras.

El rubio se pasó una mano por el pelo, estaba nervioso, ella lo notó. Se escondió tras un árbol, volvió a su forma humana y se colocó la ropa nueva que tenía en su mochila.

— No debes decírselo a nadie, Matthew —susurró ella al estar frente al chico.

— Pero... —comenzó a decir él.

— Aquí no. —Interrumpió Dren.

Ella lo guió hacia su casa, atravesaron el jardín y entraron en la casa. El chico se sorprendió al ver la casa hecha un desastre, parecía como si en ese lugar vivieran vagabundos.

« ¿Y su familia?» Se preguntó Matt.

— Vivo sola, si es lo que te preguntas. —Comentó ella tirándose en el sofá.

— ¿Dónde está tu familia? —preguntó él algo temeroso.

— Muerta —un nudo se formó en su garganta, evitando que más palabras salieran de su boca.

Él, sin pensarlo dos veces, se acercó a ella y la abrazó, ésta al sentir los brazos a sus alrededor se sobresaltó.

— Shshsh... Tranquila, Dren. —Fue en ese momento, cuando ella sollozó y, sin poder evitarlo, comenzó a llorar.

Tras desahogarse, se separaron, sumiéndose en un gran silencio, hasta que Matthew decidió romperlo.

— ¿Me vas a explicar lo de antes? —preguntó.

— Nací así, ya está, no es algo que pueda evitar —contestó ella mirándole.

— ¿Y hay más como tú?

— Que yo sepa, solo yo, los humanos se encargaron de no dejar ni uno, pero mis padres se sacrificaron para que no me pasara nada.

— Wow, ¿se puede convertir a alguien o viene exclusivamente de nacimiento? —Dren rió.

— Ambas cosas, Matt, quienes nacen con ello puedes convertir a otros y esos otros a otros.

El rubio continuó haciendo preguntas, ella contestaba y reía, pues él llegaba a hacer preguntas más raras que ella misma. La tarde pasó y oscureció pronto, lo que significaba que Matthew tenía que marcharse.

— ¿Mañana me hablarás o harás como si nada? —preguntó él con esperanza brillando en sus ojos.

— No lo sé —suspiró —. No le hables a nadie de esto, por favor —suplicó.