Capítulo 4

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Sonaron las 7 de la mañana y nos despertamos para que Bethany pudiera hablar al menos un rato antes de planear el plan del sábado que viene. Intentar que a mi hermano le resulte interesante Bethany.

– Aiii, recuérdame porque me tengo que levantar a esta hora un domingo - Dice con la cara contra la almohada.
– Porque quieres hablar con mi hermano, igual yo lo veo todos los días y no te da miedo hablar, así que yo me duermo. - Digo apoyándome.
– a, a, a, ni hablar, tú te vienes conmigo.
– Bueeenooo - Digo sin excusa.
– a, me tienes que dejar ropa para estar en este día, tu ropa es mejor que la mía y seguro que con eso corre más.
– No va a correr más por ti y lo sabes.
– Lo sé, pero hay que intentarlo.
– Bueno, pues vamos.

Bajamos las escaleras y con la ropa que había cogido de mi armario le quedaba muy bien, ella sí sabía cómo combinar ropa, pero no entendí el porqué iba vestida con ropa de deporte, ayer me dejó muy claro que no iba a hacer deporte por él.

– Pensaba que quedaría claro que no harías deporte con él.
– Si quiero estar con él y hablarle más tiempo fuera del desayuno, tendré que ponerme las pilas y con eso implica ponerse en forma.
– ¿Vas a salir a correr con él?
– Exacto y no solo hoy, sino que el deporte será algo fundamental en mi vida, no por Liam, sino por mí, además tengo que empezar la operación bikini. Todo perfecto.
– ¿Tú eres mi amiga Beth verdad?
– Si Soph, soy yo.
– Muy bien, así me gusta, pero te vas a matar.
– Vamos no puede ser tan duro.
– Buenoo, vas a arrepentirte de tus palabras.
– Mira allí está tu hermano, es guapísimo - Dice yendo hacía él.

Llegamos al salón y entramos a la cocina, no es muy grande, pero lo suficiente para caber los cuatro.

– ¿Sophie que le digo?
– Buenos días - Le digo preparando mi desayuno.
– Y… ¿Ya está?
– Si, así se entabla una conversación o ¿es que no quieres estar con mi hermano?
– ¿Sí que quiero estar con tu hermano? - Dice gritando.
– Shhh, que te va a oír - Le digo tapándole la boca.
– Vale va, vamos.

Liam, está sentado en la silla desayunando tranquilamente, lleva una camiseta básica negra y unos pantalones cortos de deporte negros, me daba pena porque empezaría el día supertranquilo y ahora le íbamos a molestar. Yo nunca le molesto por las mañanas, solo nos saludamos al cruzarnos y punto, básicamente porque es por la mañana y no estamos del todo despiertos. Nos sentamos delante de él y pude ver lo nerviosa que estaba Bethany ante esta situación, mi hermano subió la cabeza de la pantalla y nos hizo la típica sonrisa que a Bethany tanto le sonrojaba.

– Buenos días - Dice Bethany nerviosa.
– Buenos días - Dice mi hermano, normal.
– Ejem, bueno ¿qué vas a hacer hoy? - Dice Bethany coqueteando.
– Voy a ir a correr - Dice Liam frío.

No me lo puedo creer, Liam en tono frío, nunca lo vi así, me parece que alguien va a tener que esforzarse.

– Anda pues yo también voy a correr.
– ¿En serio, desde cuando? - Pregunta sorprendido.
– Desde que empiezo la operación bikini - Dice sin pensar.
– Jajaja y… me estás queriendo decir que vas a correr conmigo, ¿no?
– Sip - Dice en un hilo de voz.
– Muy bien.

Me quedé paralizada al saber que iba a  correr juntos, me sentí fatal por los dos, pero mucho mejor por Bethany porque al final está consiguiendo lo que quiere.
Mientras ellos están corriendo yo aprovecho para ordenar mi cuarto, está muy desordenado, tengo la ropa por el suelo y mi escritorio de cosas del baño.

– ¿Pero qué es esto? - Digo a mi misma.

Pongo música a todo volumen y empiezo a ordenarla. Un rato después sube mi madre para decirme que baje la música.

– Está bien mamá.

Al medio día cuando llega mi hermano, me apresuro a él para preguntarle que tal ha ido.

Tres meses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora