doce

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Han pasado unos meses desde que comenzaron a vivir juntas. Están haciendo las compras, cuando Yeji hace la pregunta.

"¿Por qué yo?"

Ryujin está ocupada mirando el estante frente a ella, comparando las fechas de caducidad de diferentes panes. "Los miembros siempre me piden platos para que los cocine, pero tú nunca lo haces. Entonces", termina poniendo ambos en el carrito, mientras su manager avanza penosamente por el pasillo hasta el siguiente elemento de su lista. "¿Qué quieres que te cocine?"

"Panqueques", es lo primero que sale de la boca de Yeji, recordando cómo su padre siempre los hacía panqueques los domingos cuando ella y su hermana eran más jóvenes.

"¿Panqueques?" Ryujin dice, una sonrisa divertida florece en sus labios, y Yeji no puede entender cómo es tan hermosa incluso con bolsas debajo de los ojos y bajo las luces poco favorecedoras del supermercado. Tal vez sea algo de Ryujin.

Yeji asiente. "Con pequeñas chispas de chocolate puestas como una carita sonriente".

Ryujin echa la cabeza hacia atrás para soltar una carcajada y Yeji quiere besar sus hoyuelos. "Estás tentando tu suerte".

Yeji solo se encoge de hombros, feliz. Ella tomará todo lo que Ryujin esté dispuesta a dar.


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Jisoo fue a visitar a sus padres, Chaeryoung está en el dormitorio de IZ*ONE desde anoche y Yeji logró sobornar a Yuna con una caja de chocolates y videojuegos para que no saliera de su habitación hasta que terminaran con la cocina.

Le dijo a Ryujin que la despertara antes de comenzar a cocinar, no quiere perderse ni un momento, incluso si es solo Ryujin abriendo un montón de harina y mezclándolas en un tazón.

Se escucha un R&B suave en los parlantes de la sala de estar cuando Yeji sale de su habitación y está en medio de un bostezo cuando Ryujin asoma la cabeza fuera de la cocina, todavía en el proceso de peinarse el cabello.

"Última oportunidad para desayunar en la cama."

Yeji niega con la cabeza, indicándole a la chica más joven que se dé la vuelta mientras medio dormida busca a tientas los lazos del delantal de Ryujin.

"Estoy bien gracias." Envuelve sus manos alrededor de la taza de café en la isla de desayuno y Yeji tararea apreciativamente, soplando en la superficie con cuidado.

Están calladas en su mayor parte, Yeji siente que su cuerpo se despierta cada vez más cuando Ryujin pasa de mezclar la masa frente a ella a poner chispas de chocolate en la forma que Yeji solicitó. Es simple pero llena a Yeji de calidez.

Tal vez sea el café. O la suave luz del sol que entra por la ventana al costado de la cocina.

Pero Yeji puede sentirlo en su rostro, ardiendo con más intensidad cuando Ryujin se da vuelta después de que ella tapa la sartén y la mira a los ojos.

Se parece mucho eso que escucha en las canciones de amor que hablan de lo que se siente al gustar de alguien.


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Es una porción pequeña, suficiente para las dos. Entonces, Ryujin no tarda demasiado en terminar de cocinar, sacudiendo la cabeza suavemente ante el chocolate derretido en los panqueques de Yeji. Es lindo.

Yeji ya la está mirando cuando pone sus platos frente a la alfa, la suave sonrisa en su rostro hace que Yeji parezca mucho más joven.

Y más feliz.

Ryujin mira hacia otro lado porque no hay forma de que pueda evitar besar a Yeji si sigue mirándola así.

Entonces, ella pregunta: "¿Por qué estás haciendo esa cara?"

Están comiendo en la encimera en lugar de la mesa del comedor. Principalmente porque las piernas de Ryujin se sienten como si fueran atraídas hacia el centro de gravedad de Yeji. Ella se aferra al tenedor, en cambio.

"¿Qué cara?" Yeji inclina la cabeza hacia un lado. Joder, Ryujin se muerde el labio para evitar suspirar.

"No sé, como", agita los brazos, en cambio, señalando la dirección general de Yeji. Yeji se ríe. Ryujin cambia de tema, ya sintiendo un rubor involuntario en su rostro. "¿Te gusta?"

Yeji, bendita sea su alma, ayuda a Ryujin.

"Sí", toma otro bocado, mirando directamente a los ojos de Ryujin. "Serás una buena novia para llevar a casa a los padres de alguien".

Espera.

¿Qué?

Ryujin endereza la espalda. ¿Me está pidiendo que me guste alguien más?


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Dios mío, ¿por qué dije eso? Yeji se asusta dentro de su mente. Ahora ella lo sabrá. Ahora se dará cuenta de que me gusta. Ahora ella...

"Espera, hey", balbucea Yeji, su cerebro se pone al día mientras observa cómo el rostro de Ryujin se transforma de nervioso a frustrado en cuestión de segundos.

"Iré a buscar a alguien y conoceré a sus padres, entonces". Ella está haciendo un puchero, la arruga en su frente es profunda, y Yeji no puede comprender porque espera, eso no es lo que quise decir.

Da la vuelta a la isla, con cuidado de no hacer movimientos bruscos. Yeji traza el interior de la muñeca de Ryujin, su pequeña señal cuando quiere comenzar a tomarle de la mano, y se estremece cuando Ryujin la mira de manera feroz, pero deja que sus dedos se entrelacen de todos modos.

"¿Qué?" la omega escupe.

Yeji se queja, gira a Ryujin con cuidado hasta que están cara a cara.

"Quise decir, presentarte a mis padres", explica, apretando la mano de Ryujin una, dos veces. ", no los de otra persona".

Yeji se pregunta si debería disculparse por darle demasiadas emociones a la joven en tan poco tiempo.

Ryujin da un paso atrás, sorprendida. "No puedes- no solo- ¿qué?"

Ahora están cerca, Yeji ni siquiera se da cuenta de que la espalda de Ryujin está presionada contra la isla de la cocina y que están cara a cara. ¿Qué es una sorpresa más, verdad?

Yeji deja caer un beso en la mejilla de Ryujin.

Ryujin la empuja lejos.



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Hay una cierta satisfacción cuando Ryujin ve cómo la cara de Yeji se desmorona cuando ella apartó a la alfa, una pequeña venganza malvada por todo lo que sucedió.

Pero Ryujin también aprieta su puño en la tela donde empujó a Yeji hacia atrás, tirando hasta que la mayor volvió a su espacio y—

Ryujin besa a Yeji.


A Mitad De Camino - Ryeji ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora