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─ Entonces dime. ¿Qué pasa? ─ preguntó JeNo, cerrando la puerta de su dormitorio.
─ Si SoMin quisiera echar a alguien de la universidad donde su madre es miembro de la junta directiva, ¿podría convencer a su madre de que lo hiciera?.
─ Quiero decir, técnicamente ella podría. Si SoMin quisiera y pudiera hacer algo así, lo habría hecho fácilmente.
AeRin suspiró, sentándose en su sofá y pasándose las manos por el cabello, eventualmente desordenándolo con frustración. ─ Oye, oye, oye, cálmate. ─ dijo JeNo, agarrando sus manos. ─ ¿Qué pasó? ─ Su voz era suave y goteando en la preocupación.
AeRin no podía decirlo, no quería decir que su hermano perdió la oportunidad de su vida por su culpa. Sabía lo importante que era SM University para Mark, lo veía, esa lucecita en sus ojos cada vez que la hacía escuchar sus melodías y letras, cómo siempre sonreía cuando le mostraba los demos que grababa con ella, cómo era tan feliz cuando recibió un cumplido de sus profesores. SM fue una gran oportunidad para Mark, podría haberle abierto muchas puertas después, pero ahora, todo se esfumó en un abrir y cerrar de ojos. Todas las noches las sacaba solo para perfeccionar sus canciones, todo el estrés y la implicación, todo eso para nada porque AeRin tenía que poner las idioteces de una niña rica.
Tantas lágrimas brotaron de sus ojos que se desbordaron, una lágrima cayó sobre la mano de JeNo ─ Wo, wo, wo, AeRin... ¿estás bien? ─ Preguntó, realmente preocupado por su repentino estado.
─ ¿Tienes algún papel inútil que pueda romper? Me ayuda a calmarme. ─ murmuró contra su pecho.
─ Uhm... ¿Qué hay de mis lecciones de matemáticas?
AeRin se sentó en el sofá de JeNo, rompiendo sus lecciones de matemáticas en pedazos pequeños y arrojándolos a la papelera mientras miraba al suelo sin comprender. Sus ojos aún brillaban mientras hacía todo lo posible por mantener la calma. Ella nunca fue del tipo que llora, al menos no frente a alguien. Siempre se las había arreglado para controlar sus emociones y pensar con claridad sobre qué hacer a continuación, pero esta vez no pareció funcionar, incluso destruir un algoritmo inútil no estaba ayudando.
─ AeRin... háblame, por favor. ─ suplicó JeNo, entregándole una de sus sudaderas.
Dejó lo que estaba haciendo y agarró la sudadera, poniéndosela. Estaba envuelta en una nube del olor de JeNo, sonriendo sin saberlo. Extendió los brazos para que él la levantara y él lo hizo, inmediatamente atrayéndola en un cálido abrazo.
─ Mark fue expulsado de la Universidad SM.
─ ¡¿Qué?! ¿Crees que Somin hizo algo-
─ ¿Puede ella?
── Quiero decir, podría haberlo hecho, pero no creo que su madre estuviera de acuerdo si no hubiera una razón real para expulsarlo. ¿Por qué lo expulsaron?
─ El informe dice que intimidó y robó canciones de otro estudiante, amenazándolo y todo eso. Ese no es Mark, quiero decir, míralo. Es tan aterrador como un arcoíris.
─ Eso es cierto.
─ No puedo evitar pensar que es mi culpa. Si todas las cosas que pasaron con SoMin no hubieran pasado, mi hermano aún estaría en la universidad de sus sueños y todo estaría bien.
─ No todo habría estado bien. Esto- ─ señaló entre él y AeRin. ─ -no habría sucedido.
AeRin apoyó la cabeza contra su pecho y dijo: ─ Me gusta esto.
─ Me gustas. ─ respondió él, besando la parte superior de su cabeza.
─ A mí también me gustas. ─ respondió ella, tomando a JeNo por sorpresa ya que nunca antes le había dicho algo así.
─ ¿Abrazos? ─ le sugerí y ella no se negó, aceptando la muestra de cariño. Llevándola estilo nupcial a la cama, ganándose un pequeño grito ahogado de AeRin cuando la levantó y la dejó caer sobre el colchón. Acomodó su cuerpo junto a ella y por lo tanto su sesión de caricias había comenzado, ─ ¿Tienes un plan?
─ Oh, sí, sucedió mucho antes de lo que esperaba, pero voy a hacer que se arrepienta de haberse metido con mi familia.
