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─ ¡¿Ella qué?! ─ los ojos de Mark se abrieron mientras hablaba con su novio por teléfono sobre lo que sucedió ese mismo día. ─ Así que por eso estuvo tan rara durante la cena. ¡Me dejó comer la última ala! Conoces a mi hermana, ella nunca me dejaría tener la última ala, incluso si fuera nuestro último día en la tierra.
─ ¡Mark! ¡Concéntrate!
─ Oh, sí, claro.
─ ¿Puedes hablar con ella o algo así? Intentamos llamarla y enviarle mensajes, pero no responde. JeNo se ha estado encerrando en su habitación durante las últimas dos horas.
─ Está bien, intentaré hablar con ella.
─ Gracias. Nos vemos, nene.
─ Nos vemos.
Mark colgó y se dirigió a la habitación de su hermana, decidido a saber qué estaba pasando.
─ Yo pierdo- Oye, AeRin, ¿qué pasa? ─ el tono de Mark cambió cuando vio a su hermana pequeña acurrucada en el suelo, llorando.
─ Estoy enferma. ─ Alcanzó a decir entre hipo.
─ Tu temperatura parece normal. ─ respondió Mark después de poner su mano en su frente.
─ No. Estoy harto de que la gente me diga que no pertenezco a su mundo rico y extravagante. Como si eso fuera algo malo. Ni siquiera quiero ser parte de eso. No sé por qué soy así. Yo-yo solo-
─ ¿-Quieres a JeNo? ─ Mark terminó por ella, sentándose también en el suelo.
─ No seas tan cursi. ─ AeRin puso los ojos en blanco.
─ Lo digo en serio. Tal vez eres así porque quieres que JeNo te acepte. Quieres que tus amigos te acepten. No te importa el mundo elegante de shcmancy, pero te preocupas por tus amigos. Tienes miedo de que ellos también pensarán que no perteneces a ellos, lo cual, por supuesto, piensas.
Las divagaciones de Mark la hicieron preguntarse: ─ ¿Cómo sabes cómo me siento? ─ haciendo énfasis en 'me'.
─ Estuve allí. Sentí eso. ¿Por qué pensaste que mamá y papá de repente querían mudarse a Seúl a mitad del semestre? Hicieron eso para que no tuviera forma de dejar todo y volver a casa porque estaría literalmente a diez minutos de la universidad. ─ explicó su hermano. ─ Empecé a dudar de mí mismo, no sabía si encajaba, estuve muy cerca de dejar todo pero tuve una charla con mamá y papá y me convencieron de que al menos terminara el semestre anterior. Entonces tomé una decisión, antes de que supiera lo que estaba pasando, todos ustedes se mudaron aquí.
─ Sí, suena como mamá y papá. ─ AeRin dejó escapar una pequeña risa ante las payasadas de sus padres.
Mark estuvo de acuerdo, riéndose también. ─ Si soy honesto, la única razón que me dio suficiente confianza para seguir adelante... fuiste tú. ─ AeRin frunció el ceño ante las palabras de su hermano: ─ Aquí y te metiste en esa escuela para gente rica e inteligente, no pareció cambiar la forma en que actúas o cómo eras como persona en absoluto. No te rendiste, les diste un infierno y nunca permitiste que estas personas te derribaran... búrlate de mí por el resto de mi vida por estas palabras, pero no te rindas ahora. No dejes que sus palabras se te suban a la cabeza. Demuéstrame que no me equivoqué. Habla con ellos, o al menos con JeNo.
─ Aigoo, mírate, me emocionas. ─ AeRin le pellizcó la mejilla antes de empujar su cabeza. ─ Está bien, lo llamaré. ─ Miró más allá de las múltiples llamadas perdidas de sus amigos e hizo clic en el número de JeNo.
Se acercó el teléfono a la oreja y lo escuchó sonar varias veces antes de que alguien respondiera: ─ ¿Hola?.
─ ¿ChenLe? ¿Dónde está JeNo? ─ preguntó confundida sobre porque JeNo no fue quien respondió su teléfono.
─ JeNo hyung se encerró en su habitación y se niega a salir. ─ AeRin pudo ver el puchero en el rostro del chico más joven mientras respondía.
─ Supongo que iré entonces. Nos vemos en unos minutos.
─ Está bien~ ─ respondió ChenLe con una sonrisa creciendo en su rostro.
