Fase 2: Recopilar información

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Agotado 

No había otra palabra que describiera a atsushi en ese mismo instante. 

Levaba gran parte del día sentado en la oficina de la agencia, leyendo, sacándole copias y acomodando los dos montones gigantes de documentos que le dieron la bienvenida en su escritorio aquella mañana al llegar a su trabajo. 

Sin mencionar a un muy molesto kunikida reprochándole por descuidar su trabajo a tal grado. De nada había servido recordarle que había perdido prácticamente un día de trabajo por ir de compras con kenji, al que también estaba regañando, el mayor solo lo había tomado como excusa para seguir dándoles un sermón sobre su irresponsabilidad con el trabajo. Solo para finalizar advirtiéndoles que no les dejaría tomar un caso hasta que terminaran todos sus pendientes.

Todos los demás en la agencia habían salido a realizar algún trabajo o por alguna emergencia, hasta el presidente había tenido que asistir a una reunión. 

Se encontraba solo con kenji en la oficina o eso había sido hasta que su superior había regresado de donde fuera que hubiera estado metido todo el día, pero a diferencia de las últimas semanas no le dirigió la palabra y se fue hacia la azotea del edificio, estuvo un tiempo ahí y luego volvió solo para recostarse en un sillón.

A decir verdad se preguntaba si el mayor estaba molesto con él, pues desde el día anterior, cuando le llamo apenas llegar de su "día de compras" para hablar con él, parecía decidido a fingir que atsushi era parte de la pared cada que se cruzaban.

Dejo los papeles que estaba leyendo en la mesa antes de estirar sus brazos, echándole un vistazo al reloj que colgaba en la pared frente al él. 

Las 6:30 pm

A este paso estaría todo el día ahí sentado trabajando, la montaña de documentos parecía decidida a no disminuir por más esfuerzo que hiciera.

Jamás se había detenido a pensar que tanto trabajo se acumularía en un solo día que paso fuera con kenji, aunque, además de todas las horas que estuvieron comprando, había perdido tiempo al encontrarse con su autonombrado rival, un encuentro un tanto extraño. 

Por fin kenji y él habían terminado con ambas listas de compra, exhaustos se habían detenido a descansar en un parque que quedaba de camino a la agencia.

De pronto noto la garganta seca, no sabía cuanto tiempo llevaba así, pero moria de sed, y al ver la cara roja y llena de gotas de sudor del rubio supuso que también era su caso.

Creyó recordar que cerca del parque se encontraba una tienda, realmente no quería moverse de ahí, sus pies rogaban por un descanso, pero debía admitir que, en comparación con su compañero, él casi no había cargado con nada, así que reunió la poca energía que le quedaba para levantarse, decirle al otro que cuidara de las cosas y dirigirse a la salida del parque.

No estaba realmente lejos del lugar, unas cuadras y poco más, pero llevaba todo el día caminando, así que el trayecto se le hacía eterno. Y también había otra cosa; durante casi toda su travesía por la ciudad se había sentido incómodo, el tigre que usualmente se mantenía tranquilo se había puesto en alerta, como si lo estuvieran observando constantemente, algo que le parecía ridículo, ya le dirían quien en su sano juicio estaría siguiendo a un par de chicos haciendo sus compras por toda la ciudad. 

Pero aunque a él le pareciera imposible que alguien estuviera tras ellos, se mantuvo atento a cualquier movimiento a su al rededor. Por lo que al pasar por la entrada de un callejón, la pequeña brisa que lo golpeo hizo que se detuviera.

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⏰ Última actualización: May 18, 2023 ⏰

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