Fase 1- Identificar enemigos (1/2)

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-No quiero-. Ya no podía retroceder más, en ese momento desearía ser como los héroes de tantas historias que había leído cuando no estaba de castigo, esos que en las peores situaciones se salvaban de la nada.

-No te estoy preguntando si quieres o no-. Un niño bastante más alto que él lo estaba acorralando contra una pared más alejada del patio.

No era la primera vez que se cruzaba con ese niño, de hecho durante todo el mes anterior le había llamado su amigo y quizás deseaba poder llamarlo de otra forma, no lo tenía claro, él era lo contrario a sí mismo, todos en el orfanato lo querían, tenía muchos amigos y jamás tuvo que pasar por sus castigos, ese niño que se le acercó un día durante un descanso y que a partir de ahí no lo dejo solo, le costaba creer que era el mismo que ahora lo tenía acorralado en la parte más oscura y solitaria del patio, jamás sintió tanto miedo como en ese rincón alejado de todos.

-¿p-porque me haces esto?-.

No entendía ¿qué había hecho mal? Si hacía unas cuantas horas parecía que eran los mejores amigos, parecía que por fin tenía alguien que pensaba que era especial y no lo veía como un monstruo. El mayor, sin darle una respuesta, se acercó más hasta que su aliento le dio de lleno en la cara.

De a poco su miedo comenzó a segarlo, ya no distinguía donde estaba o cuanto tiempo había pasado, su mirada comenzaba a nublarse como durante todas esas noches, después de sus castigos, una mala noche y a la mañana siguiente no recordaría nada, quizá eso era lo mejor, no recordar, olvidar a ese amigo que ahora quería lastimarlo, olvidar los pocos sentimientos que tuvo por él, olvidar lo que estaba por suceder, aun así, tenía clara una cosa; era defensa propia lo que pasaría a partir de ese momento.

¿Estaba asustado?

Era muy poco decir que sí.

¿Sabía lo que iba a pasar?

Si, desde un inicio, algo dentro de él sé... inquietó.

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- y es por eso que el chazuke es la mejor comida que puede haber-. Termino su relato el peligris mientras movía un poco las cajas que llevaba cargando.

Ese día por la mañana apenas llegar a la oficina kunikida les había enviado a kenji y a él a comprar algunas cosas que comenzaban a escasear en la oficina, se preguntaba porque la doctora yosano les había dado una lista más antes de salir sin que el mayor lo notara, pero no era quien para cuestionar las cosas que podía necesitar la doctora, y también debía admitir que pasar unas horas fuera de la agencia después de todo lo que había pasado en los últimos meses no le vendría mal, después de todo el aire fresco es bueno ¿no?.

- atshushi no creo que el que sea una combinación de varias cosas con el arroz del día anterior cuente como la mejor comida.- 

- Pero kenji eso lo hace aún mejor, así no tienes que gastar más dinero por una buena comida-. Ya había perdido la cuenta del tiempo que llevaban discutiendo sobre las mejores recetas de comida que habían probado y claramente el tigre no cambiaba de idea sobre su platillo favorito, mientras que el rubio mencionaba alguna comida que cocinaban en su hogar antes de su ingreso a la agencia. 

-Prefiero una rica carne asada -. Hizo una pequeña pausa.- aunque también los hongos que trajo el otro día dazai-san sabían bien, si olvido lo mareado que me sentí después-. Atsushi se distrajo un momento recordando el día en cuestión, un escalofrío le recorrió la espalda al pensar en la tarde que había pasado con su superior.

Plan para enamorar [Dazatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora