Capítulo 5. Un corazón roto y una flecha perdida

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Héctor se encontraba destrozado, no tenía palabras; no veía nada más que puros escombros y destrozos a su alrededor. No cabían más palabras en su mente aparte de <La cagaste>, pues para él esa era la realidad; siempre se culpó de todos los problemas que existieron y causaron su separación con Hannah.

Pero no todo era color de gris, pues Hannah le ofreció su amistad sin mucho problema, a lo cual Héctor accedió de inmediato; no podría soportar un mundo sin ella, le aterraba tan siquiera pensarlo.

Aunque Héctor había accedido a una bonita amistad, no "se conformaba" con eso; aún la extrañaba y deseaba estar junto a ella de nuevo, pues nunca entendió cómo todo cambió tan drásticamente de rumbo. No era una situación 100% placentera para Héctor, pero tampoco era la peor que podría pasar; de todas formas, él la seguía queriendo y amando un chingo.

Pero ahora no era tiempo de lamentos, por más que a Héctor le lastimara y destrozara, ahora tenia que centrarse en Jerry y todo sobre Bord Lumineux. Así que se vuelve con Jerry para seguir hablando de La Mafia, pero Jerry ya lo estaba esperando en la entrada pacientemente.

- Oye, ¿Estás bien?...-.

- Si...bueno... si, todo bien... -.

- ¿Seguro? No te escuchas convencido -.

- Si... seguro... -.

Entonces Héctor se voltea nuevamente y se dispone a volver a su salón junto a Jerry.

- ¿Vamos a ir a tu salón?, ¿Quieres que lo vigile desde el techo? -.

- ... ¿Desde el techo?... ¿Planeas subirte al techo de la escuela?... -.

- Si, desde ahí todo se alcanza a ver -.

Héctor se quedó callado y solo siguió avanzando, Jerry lo miró un poco preocupado y luego lo empezó a seguir.

Cuando llegaron a su salón, Jerry se subió al barandal que previamente había saltado y se impulsó de un salto para alcanzar el techo, trepándose y adoptando una posición de vigilancia. Héctor solamente entró al salón.

Mientras los protagonistas se tomaban un tiempo de sosiego, los conserjes asustados empiezan a revisar toda el área donde encontraron a los supuestos elefantes bebes.

- Pero se lo juramos Director, aquí habían 2 elefantes bebes - Le dice un conserje.

- ¿Y cómo explican que hayan 2 elefantes aquí? - Les responde el director con descontento.

- Si, bueno.... buen punto -.

Mientras los conserjes seguían discutiendo sobre los elefantes, uno de ellos había encontrado algo en la entrada a la zona verde; el conserje se topó con algo que parecía haber sido olvidado por alguien a quien se le había caído. Pues se había encontrado La Flecha.

El plano cambia para mostrar a Héctor llegando a su lugar, dolido y desconcertado, sentándose derrotado.

- Hey we, ¿Estás bien? ¿Qué te pasa? - Pregunta Tristan notando el estado de Héctor.

- Si we.... las heridas ya no me duelen... -.

- No fe refiero a eso, ¿Porqué estás triste? -.

- No lo estoy -.

- Claro que sí, estas hablando con alguien que te conoce muy bien, ¿Qué tienes? -.

- No tengo nada -.

- Claro que si!, dime que tienes -.

- Nada, no tengo nada -.

Tristan siguió insistiendo en el mal estado de Héctor, y Héctor siguió insistiendo en que no le pasaba nada.

Hector's Silly, Absurd and Strange Adventure. Greatiest AbilityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora