Volver a amar [EUGENZEL] (#2) ✔︎

26. Prejuicios Y Soluciones

Rapunzel

La casa del señor Zeus, miento, mansión.

La Mansión del señor Zeus es realmente... Asombrosa.

No tengo palabras para explicar la maravillosa y lujosa casa de esta familia.

Y está más que claro que tienen una extraña obsesión por Grecia y ese estilo de dioses griegos.

Camino observando con detenimiento cada detalle de tan maravilloso hogar, mientras sigo los pasos de Hercules.

-Es mejor que esperen aquí en la cocina -Dice el cuando entramos a una tremenda cocina blanca y lujosa. -No es de malas, Rapunzel, pero no eres la persona favorita de papá en este instante...

Cerré los ojos, intentando calmarme.

-Mira, yo de verdad no...

-No tienes que darme explicaciones a mi -Me interrumpe él. -Ya hablarás con él. -Vale, el chico es bastante frío.

Él le da una última mirada a Megara antes de voltear.

-No se muevan de aquí, ya vengo.

Salió de la cocina, y ambas nos quedamos unos segundos sumergidas en un gran silencio.

Quién lo interrumpió, fue ella.

-Él me odia -Susurra.

Negué rápidamente y me acerqué a ella para tomarla por los hombros.

-Meg, te aseguro que él no te odia. Solo, mira -Le sonrío. -Ha accedido a verte, a dejarnos entrar, a hablar contigo... ¿Dónde a quedado mi Meg segura? ¿La que sabía que todo el mundo estaba a sus pies?

Ella suelta una leve sonrisa desviando la mirada, con los ojos húmedos.

-Ella... No sé. -Se encoge de hombros. -Es por eso que jamás quise enamorarme -Murmura. -El amor nos hace débiles.

Apreté los labios y la apreté en un gran abrazo.

-Te aseguro qué el amor, es un sentimiento totalmente diferente -Susurro yo. -Te hace sentir fuerte, porque esa persona te hace sentir segura.

-¿Y por qué yo no me siento así, Punzie? -Susurra.

Me separé de ella y limpié sus lágrimas con mis pulgares.

-Porque te asustaste, y está bien, cometiste un error guiado por tu miedo, pero tiene solución. Lo importante es que estás aquí, dispuesta a darte una oportunidad a ti misma de ser feliz.

Ella aprieta los labios y sonríe limpiándose el rostro con el torso de la mano.

-¿Por qué tienes que ser tan sabia? Siempre tienes la palabra correcta. -Dice acomodando su cabello.

Sonreí y volví a darle un corto abrazo.

-Tranquila, todo saldrá bien.

-Sí el es incapaz de perdonarme y forjar un futuro juntos, entonces también me marcharé -Dice de repente tomándome por sorpresa.

-¿Qué? -Me aparté para mirarle completamente perpleja. -¿Qué dices?

-Sin ti no tengo nada más que hacer aquí, Punzie. mi trabajo es genial pero no es lo que estudié, lo sabes. quiero explorar más y temo quedarme estancada por un hombre. no quiero que eso pase. así que quizás... vuelva a California, con mi familia, como debe ser.

me siento aún muy sorprendida, iba a abrir mi boca para hablar, pero en ese momento la mujer de antes entra en la cocina, interrumpiendo.