❝ 𝑁𝑜 𝑡𝑒 𝑣𝑎𝑦𝑎𝑠, 𝑝𝑜𝑟 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟... 𝑄𝑢𝑒𝑑𝑎𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜... ❞
Incluso los pequeños momentos pueden ser los más felices.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖ Los personajes a excepción de _____ y alguno que otro Oc, no son míos, les pertenecen a Kōhei Horiko...
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₍ᐢ. .ᐢ₎ Fem!Reader
Advertencia: muy leve smut, diría que casi nada, pero igual.
¡ Disfruten !
ᶻ 𝘇 𐰁
―¿¡Cómo que nosotros tenemos que lavar los platos!?
―Lo siento por ustedes, pero es la compensación por lo que hicieron el otro día ―habló firmemente Iida, refiriéndose al "pequeño" incidente en la cocina.
Había sido hace una semana, nos tocaba cocinar a Denki y a mí, la mayoría no nos tenía fe (en especial al rubio) pero la idea de ir turnarnos con las tareas fue del peliazul de lentes. A nosotros nos había gustado la idea, en especial porque podríamos pasar tiempo juntos cocinando como pareja. Al principio empezamos bien, no soy una experta en los temas culinarios, pero le enseñé lo básico. Sin embargo, a la hora de poner a freír las cebollas, mi torpe novio hizo una pequeña descarga eléctrica que entró en contacto con el fuego. . .
Ese día casi incendiamos la cocina, Bakugō nos persiguió por todo el lugar tratando de explotarnos y al final usamos a Deku como escudo, de las peores decisiones que tomé en mi vida. Por suerte (o desgracia) llegó Aizawa y los separó a tiempo, pero luego vinieron sus castigos: tuvimos que hacer limpieza toda esa semana; lo mismo que hicieron el peliverde y el rubio ceniza cuando se escaparon de los dormitorios y se fueron a pelear a mitad de la noche.
―¡Ya tuvimos el castigo de Aizawa-sensei! ¿Por qué quieren hacernos sufrir más? ―se quejó mi novio mientras apoyaba su cabeza en mi cuello y yo le daba palmadas en su cabeza.
―¡DEJEN DE QUEJARSE PAR DE IDIOTAS! ¡SOLO HAGAN LO QUE LES DECIMOS! ―la bomba humana salió de quien sabe donde y se puso a gritarnos.
―¡Ustedes están siendo injustos! Iida, me decepciona esa actitud tuya, creí que eras el delegado de la clase, el ejemplo a seguir, pero haz cambiado ―me llevé la mano a la frente como signo de decepción, tratando de sonar dramática para ver si entraba en razón, cosa que no sucedió porque siguió manteniéndose firme.
―Lo lamento, pero deberán hacerlo, solo será por hoy.
―¿Y qué pasa si no queremos? ―pregunté cruzando los brazos.
―¿En serio estás preguntando estúpida? ―Bakugō me miró de forma amenazante y de sus manos salieron pequeñas chispas, Iida volteó a verlo tratando de calmarlo, sin éxito.
