❝ 𝑁𝑜 𝑡𝑒 𝑣𝑎𝑦𝑎𝑠, 𝑝𝑜𝑟 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟... 𝑄𝑢𝑒𝑑𝑎𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜... ❞
Incluso los pequeños momentos pueden ser los más felices.
𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖ Los personajes a excepción de _____ y alguno que otro Oc, no son míos, les pertenecen a Kōhei Horiko...
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₍ᐢ. .ᐢ₎ Fem!Reader
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―¡_____! ¡Ya levántate! ―gritó Denki desde el pasillo.
Sin embargo, no quería levantarme, no tenía idea de la hora, pero poco me importaba. El Sol ya había salido hace un par de horas, y sus rayos se reflejaban por la ventana, dando en mi rostro, cosa que era molesto, por lo que me tapé la cara con la sábana. Aun seguía escuchando ruidos afuera, así que agarré una almohada y me tapé los oídos. Pero no funcionó, parecían ser los chicos los que estaban afuera.
Escuché que Deku y Kirshima me decían algo a Denki, más no pude entender que fue lo que le dijo porque de repente alguien abrió la puerta. ¿Quién mierda fue? Sea quien sea, no iba a salir vivo de esta.
―¡_____! ¡Es hora de levantarse dormilona! ―escuché que me dijo Kaminari, ¿así que el fue el de la idea?―. ¿H-Huh? ¿E-Estás bien _____?
―Denki... ¿cuántas veces te dije que no entraras a mi habitación sin permiso? ―me incorporé lentamente mientras los demás observaban aterrorizados y retrocedían.
―E-Eh.. Déjame pensar ―se puso a contar con los dedos―. Quince.. Dieciséis... Creo que veinte veces.
―Y sigues sin entender, ¿no es así? ―una siniestra sonrisa se formó en mi rostro, causando un escalofrío en el rubio.
―Corran.
Y sin decir más, comenzaron a correr por los pasillos, y obviamente yo fui detrás de ellos. Algunas de las chicas, que al parecer habían despertado por los ruidos, se sorprendieron ante tal persecución, pero momentos después me estaban animando para que los atrapase.
De pronto, Mineta sacó una de las bolas de su cabeza y la lanzó hacia mi amigo eléctrico, que inevitablemente quedó pegado al suelo y terminó cayendo.
―¡MINETA! ―gritó ya en el piso―. ¡La decepción, la traición amigo!
Una vez que lo alcancé, lo levanté y comencé a sacudirlo mientras le regañaba. ¿Quién se cree que es para invadir mi privacidad? Mi habitación estaba desordenada, siempre lo está y no me importa mucho, a menos que alguien la vea.
―¿Qué es todo este escándalo? ―preguntó otra voz, la del profesor Aizawa, que quién sabe de dónde había salido. Automáticamente solté a Denki, que se golpeó la cabeza por el impacto contra el suelo.
―Lo siento, es que estos idiotas entraron a mi habitación sin permiso ―señalé al grupo de hombres.
―¿Cuántas veces les dije que no debían entrar a los cuartos ajenos? Y menos si son de las chicas ―el cabello del profesor comenzó a levitar y con una de las vendas los atrapó a todos.
