Tres

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Ethan Ivanov

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Ethan Ivanov

Joder, era ella, pensé que ese bello ángel no se cruzaria en mi caminó de nuevo, pero así fue...Aquella chica de preciosos ojos azules y una piel blanca y delicada a la vista estaba a pocos metros de mí

Tenía que hablarle, quería hacerlo, pero cuando me estaba dirigiendo hacía ella un sujeto se acerco a su lado. Maldije internamente al pensar que era su pareja o algo de ella, pero todas esas ideas se fueron al ver la cara de terror de ella, ese sujeto le ponía algo en su cadera

Le quería hacer algo, nada bueno estoy seguro. Ni de coña le hará daño, acelere mi paso y con agilidad tome de la muñeca donde le apuntaba algo y al alejarlo de ella supe que era un cuchillo

-Disculpe ¿sucede algo aquí? -pregunté mientras apretaba más mi agarre a la muñeca del tipo-

-Si, sucede algo que no debe de importarte -mustio el sujeto algo irritado- mejor vete amigo

-Para empezar, no eres mi amigo -aclare serio- y para terminar...

Le quite el chillo de su mano, aunque el hacía fuerza para no soltarlo, logre arrevatarselo

-No vuelvas a ponerle una mano encima a una chica -continúe y me guarde el cuchillo en mi bolsillo- a nadie mejor, si quieres dinero debes trabajar...o si quieres follar pues mutilate la polla, por que hombres como tu nadie los quiere

-Y a ti te mierda te interesa, no te metas en mis cosas -me amenazó el bastante enfarruñado-

-Ya vete, no me hagas llamar a la policía

El idiota me hecho una mirada asesina, pero yo me quede firme y serio, no dejaría a la chica sola con este idiota. Tras unos segundos el sujeto al parecer se dio por vencido y se marcho del tren, eso hizo que la chica suspirara de alivio

-¿Te encuentras bien? -indague mirandola-

Levantó su mirada hacía mi, sus ojos se abrieron un poco más de lo normal, como si enseguida supiera quién era...Tal vez me recuerda por el incidente con el café de esta mañana, Joder, de cerca era mucho más hermosa

- Y-yo, s-si, estoy bien -respondio ella luego de unos segundos- ...gracias por ayudarme

-No fue nada, me repugnan esos idiotas -admiti mirando mal por la puerta donde se marcho el idiota-

-Si, igual a mi

La mire de nuevo, era una buena oportunidad para conocerla y no pensaba desaprovecharla

-Soy Ethan, por cierto -le extendí mi mano delante de ella-

-Un gusto -respondió ella con una ligera sonrisa y acepto mi mano pasa estrecharla en jn saludo- Sarah

Sarah, un nombre tan bello como ella, dios mío y esa sonrísa hace que se muestre un oyuelo en sus mejillas...Por que me encanta tanto ese pequeño gesto de ella

-El gusto es mío -continúe, su mano era tan suave y peuqueña comparada con la mía- Lamentó ese mal momento que haz pasado, que mal que siga existiendo esas ratas asquerosas

-Ni que lo digas...De nuevo gracias por ayudarme, tengo que...debo irme esta es mi parada

-¿Segura que podrás ir a casa? Ese idiota puede estar al acecho

-Ese y seguramente otros más como el...Intentaré llegar con vida no te preocupes

-No tendría ningún problema en acompañarte, al menos cerca de tu casa -insistí, de verdad quería que aceptará- o a donde lo veas más seguro...

-Eres muy amable -dijo con una ligera sonrisa- y gracias, pero prefiero ir sola

Se giró hacia las puertas para salir del tren, antes de que pudiera salir, las puertas se comenzaron a cerrar

-Ten linda noche, Ethan -se despidió por los cristales de las puertas-

Mire como el tren avanzó otra vez, haciendo que perdiera la vista de ese bello ángel...De nuevo perdí la oportunidad

-Porfavor ven mañana -suplique en voz baja- quiero verte de nuevo, bello ángel

Sarah...Espero verte y tener más tiempo para hablarte, su voz era dulce y tranquila, eso la hacía ver más como un ángel

Sarah Fuller

Ese hombre sin duda me a salvado este día, no podía creer que era ese mismo sujeto que mire en el tren esta mañana...Su voz se escuchaba gruesa, la piel se me erizo al escucharlo

Era incluso más atractivo de cerca, era una pena que debía irme. Aunque insistió en que me acompañara, no me gustó esa idea, aún no lo conocia lo suficiente para darle esa confianza

Tal vez lo vuelva a ver en otro momento

Caminé a casa lo más pronto posible, las calles por la noche eran preciosas y la vista hacía la torre de París era aún más hermosa...Pero no es seguro que este sola tan noche

-¿Aiden? -llame en cuanto entre al departamento y deje mi bolso donde siempre- ¿Ya te haz dormido?

-¡Extraña! -un pequeño de cabellera pelinegra y unos redondos ojos azules intensos apareció frente a mi y corrió para abrazarme de la cintura-

-Hey, hola mi extraño -sonreí abrazandolo y pasando mis dedos por su cabello- ¿Cómo te fue hoy?

-Bien, mi prosefora me a enseñado a dibujar un león con macarrones -contestó sonriente- y con eso se me ocurrió hacerte de comer macarrones con queso

-¿Tú hiciste macarrones con queso? Aiden sabes que no puedes estar en la cocina, es peligros para ti

-La señora Susan me a ayudado

-¿Le pediste ayuda a la abuelita Susan?

-Ma, ella llegó para pedir algo de azúcar para su café...Y como me miro preparando macarrones, pues quiso ayudarme

-Bueno, esta bien pero no intentes cocinar tu solo

-Ya tengo cinco ¡Soy muy alto para mi edad!

Solte una pequeña risa y asentí besando su cabeza

-Seguro que si pequeño -dije y él se apartó del abrazo- Ahora dame de esos macarrones, estoy algo hambrienta

-¡Ya puse la mesa! -sonrió orgulloso de lo que hizo y tiro de mi mano- Ven, come conmigo mamá

-De acuerdo, pero no olvides cepillar tus dientes y ponerte la pijama antes de dormir ¿entendido?

-Si ma

Me quite los zapatos, los deje al lado de la puerta y seguí a Aiden hasta la mesa del comedor. Ya tenía dos platos de macarrones con queso servidos y dos vasos con algo de jugo de naranja

-¿Qué tal quedaron? -me pregunto Aiden esperando a que probara el primer bocado-

Tome un poco y me lo lleve a la boca

-Vaya...¿Acaso tienes un chef interno? Te a quedado bueno -respondí y tome una servilleta para limpiar mi boca-

-¡Soy un chef experto! -celebró él levantando sus manos como celebración-

-¡Yei! -me uní a su pequeña celebración-

𝐄𝐥 𝐓𝐫𝐞𝐧 𝐃𝐞 𝐏𝐚𝐫𝐢𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora