Diez

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-Eso no es verdad

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-Eso no es verdad...papá te esta haciendo daño, otra vez, mami

-¿No escuchaste lo que tu madre te dijo? ¡Váyanse a su habitación!

Pero Aiden no retrocedió, podía ver el miedo en sus ojos, sus ganas de correr hacía mis brazos para cuidarme...Mis pequeños siempre han sido así, les gustaba abrazarme para hacerme sentir a salvo al igual que yo los hago sentir cuando los abrazo

-¡Deja a mamá! ¡La lástimas!

-Jacob porfavor -suplique desesperada, el aire estaba abandonando mis pulmones- Los asustas, estas haciendo que te tengan miedo

-Y me pregunto de quien es la jodida culpa -él ignoró la presencia de nuestros hijos a su espalda, para ejercer mas presión en mi cuello, sin ninguna clase de piedad- Es tuya, haz hecho que nuestros hijos sean unos maricones sensibles, basta con ver a su mamita llorar para volverlos unos débiles

-¿Cómo puedes hablar así de tus hijos? solo son unos niños, tu actitud es lo que les asusta...Les duele ver lo que me haces ¡tu eres el culpable!

La bofetada fue directo a mi rostro, sentía el ardor de mi mejilla y como la vista se me distorsiono por unos segundos

-¡Deja de poner a mis hijos en mi contra! maldita zorra ¿quieres otra lección? ¿quieres que te haga entender que aqui quien manda soy yo y no tu? pues es lo que vas a tener

Sus manos sobre mi cuello me lanzaron contra el suelo con brusquedad, haciendo que mi cabeza impactará contra esta, dándome un golpe fuerte que nubló más mi visión

-No...Jacob p-porfavor

Suplicaba porque parará, quería que se detuviera y dejará de lastimarme, mi cuerpo estaba repleto de golpes, sin fuerzas. Aveces deseaba rendirme, dejar que acabara de una vez conmigo, pero la razón por la que me e mantenido de pie siempre fue por mis pequeños

Que presencién esto me rompe el corazón, porque se que les duele verme herida

-Porfavor, porfavor solo vete...

-Oh corazón, tu no podrás alejarme de ti nunca ¿acaso no lo comprendes? Eres mía y solo mía

Sus palabras solo causaban asco en mi, odiaba que me viera como un objeto de su propiedad, que se declaré mi dueño cuando lo que deseo es ser libre, alejarme de él

Su mano tomo un puño de mi cabello, cerre los ojos esperando el tirón pero no llego, más bien lo escuche gruñir de dolor y soltar mi cabello. Al principio estaba confundida, no entendía lo que había sucedido hasta que encontre la razón por la cual grito de dolor

Un cuchillo, había sido clavado en su muslo derecho por Aidan, no me había percatado de lo cerca que estaba mi hijo y que el mismo atacara a su padre

𝐄𝐥 𝐓𝐫𝐞𝐧 𝐃𝐞 𝐏𝐚𝐫𝐢𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora