Her Weakness [Terminada]

Capítulo 32

Después de que accedí a una cita, las dos estábamos tan felices que nos besamos sin temor a que no atraparan. Solo tomamos un descanso cuando escuchamos el grito ahogado de sorpresa de Octavia. Me alejé para ver qué tanto Clarke cómo su mejor amiga tenían las mejillas escarlata. Octavia se aclaró la garganta y volvió a salir.

Apoyé mi frente contra la de Clarke y sonreí como una tonta. Me besó los labios de nuevo y me tendió la mano. La tomé y ella me ayudó a bajar.

Me llevo a su habitación y me besó nuevamente una vez más antes de decir: "Volveré. ¿Me esperas?"

Me sentí cursi, pero aún así dije lo que mi corazón me decía, "Siempre".

Han pasado horas desde entonces. Todavía tengo esa sonrisa en mi rostro, pero por una vez me niego a ocultar mis emociones. Me ocupo leyendo unos viejos libros amarillos que tiene en una estantería. Hay uno que parece intacto del que nunca he oído hablar. Algo sobre muchos tonos de un color... Puede que sea un libro académico. Lo hojeo y lo tiro, arrojándolo al estante. ¿Por qué a alguien le gustaría un libro así?

Todavía me sonrojo cuando Clarke regresa. Me levanta, con mucho cuidado de no causarme dolor, y presiona sus labios contra los míos.

"¿Qué ocurre?" Ella pregunta cuando se aleja para ver mi cara.

"Había un libro que pensé que era sobre colores y era..." Me estremezco, incapaz de terminar el pensamiento.

Clarke me estudia por un momento como si buscará en su memoria el libro del que hablo antes de estallar en carcajadas. "Recogiste..." Ella se ríe, sin terminar la oración.

"Fue popular hace muchos años. Atrapé a mi madre leyéndolo una vez y lo confisque. Estaba bastante disgustada como para dejar que siguiera leyéndolo una vez que me di cuenta de que trataba".

Clarke niega ligeramente y se pone de pie. Ella es verdaderamente una dama honorable; ella me ayuda a levantarme una vez más. Ella .e lleva a la puerta.

"¿A dónde vamos?" Tomo su mano.

"A nuestra cita".

De repente estoy nerviosa. Nunca he tenido una cita antes. He estropeado tantas cosas en mi vida y preferiría no hacerlo en nuestra relación. Clarke, siendo la mujer observadora que es, nota mis nervios.

"No te preocupes", besa mi mejilla.

Estamos afuera y su gente nota su gesto cariñoso y nos mira fijamente. Ignoro sus miradas escépticas y me calmo antes sus palabras.

Ella me saca de su campamento a una cueva escondida en el bosque. Lo reconozco por las historias de mis soldados.

"¿Tu conoces este lugar?" Ella pregunta.

Es un lugar al cual mis guerreros traen a sus parejas para tener... Privacidad"

Clarke asiente, divertida por mi incomodidad ante el hecho. No es que no me gustaría tocar a Clarke, simplemente no quiero moverme demasiado rápido y asustarla. Además, nunca antes había hecho algo así.

Ella me lleva adentro y sofoco un grito ahogado. Hay velas por todas partes y un espacio despejado en el medio donde hay comida.

"Lo atrapé yo misma", dice Clarke con orgullo.

"Esto es extraordinario. ¿Quién diría que Clarke Griffin es una romántica?". Bromeo, presionando mis labios contra su mejilla como ella lo hizo momentos antes.

"Leo demasiado, comandante". Hace una pausa y sus ojos se iluminan. Ella va al espacio despejado y recoge un pequeño dispositivo. "¡Mira lo que encontré! Es un iPod o algo así. ¡Reproduce música!" Presiona un botón y sale música lenta. Clarke extiende su mano una vez más. "Baila conmigo".

Muevo mis pies, sintiéndome incómoda y avergonzada "No sé bailar. Por lo general, solo bebemos para celebrar nuestras victorias".

"Esta bien. Yo tampoco se bailar. Podemos fallar miserablemente justas".

Tomo su mano y ella me atrae hacia sí. Recuerdo algo que leí en uno de sus libros antes, "Leí algo sobre bailar".

"¿En serio? Enséñame".

Suena extrañamente sensual y trago nerviosamente antes de mover nuestras extremidades hasta que estamos en la posición de "vals". Su cabeza descansa sobre mi hombro y suspira contenta.

Nos balanceamos y no puedo evitar las palabras que escapan de mis labios. "Te amo, Clarke".

Quita la cabeza de mi hombro y me mira a los ojos. Me preparo mentalmente para el rechazo.

Para mí sorpresa, ella dice "Yo también te amo, Lexa".

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Que bonito todo, ¿Cuándo me toca?

Atte:
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