Her Weakness [Terminada]

Capítulo 4

"¿Y cómo hacemos esto, Lexa?"

Ella dijo mi nombre. Clarke volvió a decir mi nombre. Lo tomo como una buena señal. Espero más que nada que lo sea.

"Yo también me lo preguntaba". Antes de que pueda reprenderme por no estar preparada, continúo. "Y entonces pensé en cuando me salvaste de esa bestia. Podríamos usar una táctica similar en..."

La puerta se abre de golpe, estrellándose contra la pared con fuerza, revelando a Octavia.

"Así que es verdad", jadea, sin aliento. Se endereza y me frunce el ceño. "Está usted aquí, comandante. Mi hermano podría estar muriendo por su culpa. Podría estar siendo drenado de sangre porque usted hizo ese maldito trato. Si muere, te mataré".

Clarke se interpone entre Octavia y yo. "Cálmate".

"¿Calmarme? ¿Por qué está aquí? ¿Para alardear de que ha recuperado a su gente?"

"Lexa está aquí para ayudar. ¿Has venido aquí sólo para gritarle?" Clarke se cruza de brazos y, aunque le estoy mirando la nuca, sé que le está lanzando a Octavia una mirada que podría congelar de miedo a una bestia de río.

"No. Tu madre quiere que le ayudes a elaborar el plan B para recuperar a los demás". Me mira fijamente y yo mantengo una expresión neutral, como si no acabara de sacar a relucir algunas de las muchas cosas por las que me he estado machacando desde la batalla.

"Muy bien. Lexa también vendrá. Dice que tiene un plan". Gira la cabeza y me mira con esos ojos penetrantes, leyendo mi expresión de una manera que sólo ella puede para asegurarse de que estoy de acuerdo con ir.

Octavia suspira y se aleja de la puerta, haciendo un gesto para que salgamos primero. A cualquier otra persona le parecería que está siendo educada. Pero yo sé que no es así. No confía en mí lo suficiente como para estar detrás de ella y quiere asegurarse de que no voy a matar a Clarke.

Como si alguna vez fuera a herirla intencionalmente. Especialmente ahora que sé lo mucho que me duele herirla. Siento más por ella de lo que he sentido por nadie... nunca. Ni siquiera por Costia.

Quiero acobijarla, estrecharla entre mis brazos y protegerla de las crueldades a las que ha estado expuesta. Eso es muy poco característico de mí. Sólo he sentido una fracción de esto por mi gente. Ella hace aflorar todas esas emociones que reprimí hace años. Y no me importa ni un poco.

No es que Clarke me deje salvaguardarla. Además del hecho de que tiene gente a la que dirigir, es fuerte de una manera que rara vez he visto. Sus emociones, su amor y devoción por su gente, la hacen fuerte.

Por ninguna otra persona individual he querido destruir a sus enemigos, matar a todos los que se atrevan a herirla a ella o a los que ama. Pintar las paredes con la sangre de sus enemigos.

La parte menos violenta de mí quiere besarla. Demostrarle lo mucho que significa para mí. Pero no estoy segura de que ninguna de los dos esté preparada para ello. No quiero hacerla sentir incómoda, ni obligarla a sentir lo mismo. Si nos juntamos como espero, será porque ella lo desea tanto como yo.

"La Comandante está aquí", anuncia Octavia mientras pasa junto a nosotros a una sala con modelos de la casa de los Hombres de la Montaña...

"Comandante". La madre de Clarke frunce el ceño un momento antes de forzar una sonrisa que no me engaña ni un segundo.

"Está aquí para ayudar". Clarke entra en la habitación y todos se ponen más firmes en su presencia. Espero que tanto ella como su madre se den cuenta del efecto que tiene. Hace que muchos estén dispuestos a morir por el bienestar de unos pocos. Es inspiradora.

"¿Podemos confiar en ella después de lo de los Hombres de la Montaña?" La madre de Clarke pregunta. Algunos otros murmuran que están de acuerdo, lanzándome miradas que normalmente provocarían su muerte.

Clarke hace una mueca como si fuera a regañarle por interrogarme o algo así.

"Después de eso, no merezco su confianza. Pero eso no importa. Lo que importa es recuperar a tu gente". Hago un contacto visual inquebrantable con cada persona de la sala hasta que me pongo a mirar fijamente con la madre de Clarke hasta que ella desvía la mirada.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Octavia y señora Griffin, no les gustará hacer enojar a la comandante.

Atte: J