<C A P I T U L O S E I S>

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" –A veces las personas más felices y amables; son las que más sufren, querida..."

•••


Estoy preparandome para la salida con mi mejor amiga.

Acabo de salir de la ducha, me lave el cabello, ya que lidiar con cabello rizado no es fácil.

Un abrazo de apoyo a todas esas personas que lidian con sus rizos.

Estoy parada frente a mi clóset, para decidir que ponerme.

Siempre es lo mismo, soy tan indecisa, que yo misma me estreso.

Cada vez que voy a salir tengo que empezar a arreglarme, mínimo, dos horas antes de salir. Es casi imposible que pueda estar lista en treinta minutos, así que las salidas improvisadas no son lo mío.

Opto por mis jeans ajustados negros, mis botas, también negras, y un jersey de líneas blancas y negras.

El cabello suelto, mis brazaletes de siempre, un anillo con una "S" en piedras brillantes, y un collar sencillo.

Y mi fiel bolsito donde guardo mi celular, mi monedero, un pequeño espejo y mis audífonos.

Al estar lista, bajo a la habitación de mi abuela para hablar con ella antes de salir.

–¿Abue? ¿Estás aquí?

Al no obtener ninguna respuesta, me dirijo a su taller, donde tiene sus cosas de costura.

Al acercarme escucho el sonido de una máquina de coser, y confirmo que está ahí.

–Abuela ¿Estás ocupada?

Al escucharme detiene su máquina de coser y voltea a verme con una sonrisa.

–Oh, hola, mi amor. No. Ven siéntate –obedezco y me siento en la silla que está señalando– Estoy haciendo unas pijamas para el bebé de Meli, ya sabes que amo hacer ropa para mis nietos desde que aprendí a coser.

Meli, es mi tía Melissa, la cuál dio a luz hace tres meses, un hermoso bebé llamado Matthew.

Es el más pequeño de sus nietos hasta ahora, con él, tiene 8 nietos.

Si, somos una familia numerosa.

Estresante diría yo.

–Te está quedando hermosa está pijama, abue.

–Gracias, mi amor. ¿A dónde vas?

–Oh, voy a la cafetería que está a unas cuadras con Lisa, venía a decirte.

–¿Ya le dijiste a tu madre?

–No, no está, de todos modos no llego tarde. Estaré aquí antes de que oscurezca.

–Está bien, Shishi; mucho cuidado en la calle, no dudes en llamarme si necesitas ayuda.

–Claro abuela, no hay problema, nos vemos más tarde.

–Dios te bendiga, mi amor. ¡Que te diviertas!

Lo último lo dijo alzando la voz ya que me había alejado un poco.

–¡Gracias!

Alzo la voz también para que pueda escucharme, y salgo de la casa.

Al ir caminando, me coloco mis audífonos y los conecto a mi celular, y dejo que la música empiece a sonar.

Esta sonando una canción de Ariana Grande cuando escucho el sonido de una notificación, pero no reviso mi celular hasta que entró a la cafetería.

Cuando llego, elijo una de las mesas cercanas a la ventana para disfrutar de la vista con los audífonos puestos, hasta que llegue Lisa.

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⏰ Última actualización: Nov 07, 2022 ⏰

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