Solo un Humano Ordinario en Dragon Ball

Capítulo 8: Traición

 Silver llegó poco tiempo después, durante su viaje no tuvo ningún tipo de inconveniente por lo que fue muy relajado.

 Germant estaba un poco confundido, él esperaba que Goku se presentará en el momento que Silver consiguió la esfera. Parece ser que sus acciones cambiaron un poco el curso de la historia. Esto lo puso contento, significaba que él podía cambiar su destino con sus propias manos, algo de lo que anteriormente él dudaba.

 Luego de que Silver descanso, se reunió con Violet y los demás. Allí le explicaron lo que estaba sucediendo, y el porqué de la deserción.

 Germant estuvo muy atento a la reacción de Silver. Él quería que Silver se uniera a ellos ya que sería un líder muy útil, pero si por algún motivo Germant notaba cualquier tipo de reacción sospechosa no iba a dudar en matarlo inmediatamente. Era mejor que muriera a que sea un potencial enemigo.

 Por suerte Silver tomó la noticia sin problemas, él era un hombre de palabras por lo que como ya había prometido servir a Violet no cambiaría de opinión tan fácilmente.

 Lo sorprendente fue que ninguno de sus trescientos soldados dudaron en seguirlo tampoco. Ellos están en este lugar por su admiración al Coronel Silver, no les interesaba en lo más mínimo la Patrulla Roja.

 Esta era una habilidad de Silver que pocos tenían, y que Violet por su parte carecía totalmente. Ella no era buena ganándose el corazón de sus soldados, ella más bien los lideraba mediante el miedo. Lamentablemente esto le jugó en contra. Aunque ella había realizado una limpieza entre sus soldados matando a poco menos de la mitad de todos ellos, aun quedó un soldado que no veía bien la traición a la Patrulla Roja.

 Este soldado que pasó desapercibido por su alto cargo, era Canu, el soldado que se encargaba de gestionar el lugar junto a Germant. Él estaba al tanto de prácticamente todo lo que sucedía en la torre y secretamente informó de la traición a los altos mandos de la Armada.

 Para cuando Germant y los demás se enteraron ya era demasiado tarde.

 Una semana después ellos fueron informados que a menos de un día de distancia había al menos mil hombres de la Patrulla Roja dirigiéndose a la torre.

 Al enterarse, Violet supo de inmediato que alguien los había delatado. Al principio dudaba de Silver o sus hombres pero Germant descarto esa opción. Desde su punto de vista era más probable que algún soldado abandonado por el General White sea el traidor.

 Sin embargo, no tenían forma de hacerlo salir fácilmente y para empeorar debían prepararse para una guerra inmediata, por lo que no tenían tiempo de buscarlo.

 Aun así ellos estaban tranquilos, eran plenamente conscientes de sus fuerzas, el único nervioso era Silver que acababa de llegar y no veía esperanzas en un enfrentamiento contra las más de mil tropas del enemigo. Ellos solo eran alrededor de trescientos cincuenta soldados, aunque tuvieran la ventaja del terreno y la defensa de la torre, aún no sentía que fuera suficiente.

 Pero pronto se pudo tranquilizar, era un hombre experimentado sabía que no podía perder la calma. Lo que lo ayudó fue tener a Germant de su lado, él aún recuerdo cómo fue vencido en un duelo de trescientos contra cinco. Al verlo tan relajado pensó que él tendría una super estrategia que los haría ganar sin duda.

 Esa noche fue la más silenciosa que habían presenciado, nadie se atrevió a decir ninguna palabra. Todos los preparativos ya estaban hechos, ahora solo podían esperar.

 Temprano por la mañana las tropas de la Patrulla Roja habían rodeado la torre, y entre ellos un hombre se paró firme enfrente de todos. Ese hombre era el General White quien anteriormente dirigió este lugar. Él al enterarse de la traición de Violet, pidió venir él mismo para recuperar su torre.