Capítulo 28: Emociones

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–Así que supongo que tu eres la famosa Paige –escucho que dicen a mi lado.

Giro la cabeza y me encuentro con la novia.

–Supongo que lo soy.

Estoy sentada en la mesa. Luego de tanto bailar con Lía, nos dio hambre y comimos un poco en la mesa, pero luego Amalia fue llamada por un tío, por lo que me dijo y se fue, dejándome sola.

La tía de Lía apunta la silla vacía de mi lado, asiento con la cabeza y ella se sienta. Caroline aparenta unos 45 años, tengo entendido que es la hermana pequeña de la madre de Colin y Lía.

–Lo siento por no presentare antes, hay demasiados invitados a los que saludar.

–No hay problema –respondo.

–Además, estaba esperando a encontrarte sola...

Eso me asusta, nada bueno comienza con esa frase.

–No te asustes –agrega rápidamente, supongo que noto mi nerviosismo –, solo que mis sobrinos no me dejarían conversar contigo tranquila.

Le doy una sonrisa amistosa, y me relajo un poco, solo un poco.

–He escuchado mucho de ti ¿sabes? Cuando hablaba con Lía por el teléfono ella solo decía; Paige me enseño esto, Paige sabe hacer esto, Paige es genial, Paige es preciosa. Pero ahora veo que... no se ha equivocado. No me malinterpretes, no te conozco de nada, pero aún así puedo ver los especial que eres para ellos... para ambos.

–Ellos también son especiales para mi –respondo con sinceridad, para luego tomar un trago de champagne. Es lo único que he tomado durante toda la fiesta, la verdad, así no me emborracho tan rápido.

–Lo sé, no cualquier chica deja al chico al que estaba a punto de besar por bailar con su hermana.

Me atraganto con la champagne. El baile con Colin fue... inexplicable, fue algo diferente. En un momento creí que iba a besarme y estaba gustosa por recibirlo, pero no se movió y creí que se había arrepentido, y luego comenzó a sonar nuestra canción con Lía, así que me fui antes que pudiera rechazarme o algo.

–Colin es muy sobre protector con Lía, nunca hubiera pensado que dejaría que alguien se acercara tanto a ella. Eso solo me muestra cierta... confianza, y él no confía en nadie luego de la muerte de sus padres.

–Yo... no sé que decir.

–No digas nada. Solo no le rompas el corazón.

–¿Qué? –pregunto confundida.

–Se que ambos son especiales para ti, solo que creo que él no lo sabe aún. No seas dura con él –dice con una sonrisa amigable.

Luego de eso Caroline se levanta de la silla.

–Un gusto conocerte, Paige.

–Igualmente, señora...

–No, no, no –me interrumpe –dime Caroline, que no estoy tan vieja aún.

–Igualmente, Caroline –repongo rápidamente.

–Bueno me iré con mi esposo. A pesar de amarlo a veces necesito un tiempo para mi sola, incluso el día de mi aniversario –responde en broma.

Y con una sonrisa divertida en la cara, se aleja.

***

Es domingo y estoy preparándome para salir. Levo unos jeans cómodos, con un jersey de color verde y unas zapatillas cómodas.

John ha insistido en que nos volvamos a ver, así que creí que lo correcto sería dejarle clara mis intenciones. Él es guapo, y por lo poco que lo conozco, algo amable, pero... no es Colin, y luego de lo que sucedió ayer, no puedo sacármelo de la cabeza.

Si tan solo supieras...(EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora