Espero y entiendas mi silencio, sí, ese que a pesar de no decir nada te grita todo: lo que quiero y lo que no. Ese rebelde momento que llega cuando no debe y consume todas las palabras con lengua saturada de fuego, aquel que en su momento es incómodo y a veces necesario, ese que cuando me dijistes Te Amo salió a la luz como llave dando paso al miedo y el miedo a la inseguridad. Pero yo no quiero silencio, quiero que me grites todo: Te amo, te quiero, incluso te odio porque son más sinceros, más reales. Quiero tu voz, quiero oírla decirme cosas reales, quiero sentirte, quiero verte, tocarte. Eso sí, no hagas silencio, no disminuyas tus decibeles porque necesito oírlo, necesito saber si aún me quieres.