Entonces cuando te mire a los ojos, supe que todo estaba perdido, ya no me quedaba nada, seguías ahí pero no me respondías, ahora solo puedo esperar una noticia que me alegre el corazón, sí, porque mi mente está tranquila, aunque mis oídos no. Ellos no han oído lo que quieren oír exactamente, "está bien". Ni el viento en un susurro me lo ha dicho, ¿Yo?. Yo no estoy bien, solo... Vuelve. ¿Sí?.