Despertó, se había desmayado al parecer porque le dolía demasiado la cabeza.
Estaba en grave peligro, su corazón palpitaba muy rápido, estaba frustrado y lleno de rabia. No sabía la razón pero así lo sentía, tenía que salir de ahí. Estaba encerrado en una habitación oscura que tenía una puerta y una ventilación; por lo que parecía, esta daba a la parte de afuera de la construcción. ¿Dónde estaba?... Miró por la un pequeño hueco de la rendija y no se equivocaba, daba a la parte de afuera. Solo se podían apreciar árboles.
Trató de abrir la puerta sin éxito, estaba con llave. Se devolvió a donde estaba, no le quedaba más remedio que salir por el ducto. Logró encontrar una moneda en su bolsillo y se dispuso a retirar los tornillos con ella para quitar la obstrucción. Tenía suerte de ser tan ágil en estas cosas, su papá le había enseñado lo necesario para sobrevivir.
Saliendo del ducto pensó "cómo terminé aquí, en qué momento...". Al bajar se tropezó con una barra metálica la cual cayó e hizo un sonoro estruendo. En eso se empezó a escuchar un ladrido que provenía nada más y nada menos de un perro robusto amarrado con una cadena al cuello. Tenían cierta distancia, no lo asustaba. El perro jalaba una y otra vez de la cadena que amenazaba con romperse.
Se escuchó un sonido de algo roto y el perro cayó por la fuerza que él mismo había implementado.
Abrió los ojos de par en par- ok, creo que debería empezar a correr - dijo en susurro para sí mismo mientras se daba la vuelta y empezaba a huir. El perro se levantó y lo persiguió.
Volteó un segundo para rectificar su distancia con el can, le llevaba ventaja. Aunque, a lo lejos, pudo apreciar la cabaña y una persona con... ¿Eso era un arma y le estaba apuntando? Empezó a correr en zigzag mientras aumentaba su paso. Sentía su garganta ya seca por la falta de aire y la tensión que sentía.
-Tengo que llegar con K...- no terminó de susurrar.
Sonó un disparo detrás de él.
Libros apilados estaban en frente suyo.
-Le recuerdo, señor, que la biblioteca no es para dormir - dijo la anciana bibliotecaria- aquí están los libros de cálculo diferencial que me pidió - señalando los libros.
-¿Eh?...- dijo desorientado, todo había sido un sueño- Ah si, muchas gracias y perdone, no volverá a pasar- si había sido un sueño, por qué se sentía aún tan alterado.
"¿Con quién tenía que llegar?¿A caso iba a decir un nombre?"
Miró su celular, era hora de volver a casa. Vio unos cuantos mensajes en el grupo que tenía con sus amigos.
Te
amistadeees... Como es para ir a una fiesta.Hop
¿Otra vez?
Hombre, ya sería la tercera en esta semana.
Mi organismo no aguanta tanto movimiento.Tiene razón, sería la tercera.
A parte tengo que estudiar para cálculo, ya lo había dicho.Te
Vamos, no sean tan aguafiestas.
Hop, dime que al menos tú me acompañas, porfiiii.Hop
Solo si me ayudas con el trabajo de macroeconomía ;)Te
Bien y nada más, Hop, solo por esta vez.
Y, Chim.
A la próxima no te me escapas ;)No entendía como es que Taehyung aunque fuera tan fiestero, tuviera uno de los mejores promedio en la universidad. A él no le iba tan mal, pero si tenía que estar repasando a cada rato para no olvidar lo que había aprendido durante clases.
Para él había sido todo un reto y proceso largo adaptarse a todo esto.
Agarró sus cosas y con libros en mano salió de aquel lugar pensando con demasía el extraño sueño que acababa de tener.
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Llegó a su casa, percibió un rico aroma a comida, su abuelita estaba cocinando la cena. Entró por la cocina, siendo recibido con chillidos de su perro que estaba concentrado con el olor y hasta ahora se percataba de su presencia, saludó a su abuela con un beso en la cabeza.
-Hola, cariño, te ves cansado- le acarició la mejilla y le dio un besito en esta - siéntate que esto va a estar pronto.
Abrió los ojos - eso es...- aspiró profundo -¿pollo a la naranja?- dijo emocionado
- si, cariño - su abuela sabía que era su plato preferido - ahora ve y siéntate. Mira, Toto ya está juicioso esperando sentado.- dirigieron su mirada hasta el can que estaba agitando la cola y con la lengua salida por un lado.
- Tuve que haberte llamado Tonto y no Toto- bufó - te vendiste por comida y no me recibiste, qué clase de mejor amigo hace eso - entrecerró sus ojos mientras se acercaba al traidor y tomaba una silla.
Acarició su cabeza- es broma, no eres un tonto- le dio un beso en la cabeza y este le devolvió el gesto lamiéndole la cara- retiro lo dicho, si lo eres-dijo con burla mientras se limpiaba la boca.
Sonó la puerta de entrada llamando la atención de él y su abuela, era su padre. Tenía un semblante serio, suspiró hondo y se recostó en el sofá.
- Padre, ¿estás bien?- preguntó angustiado- ¿Cómo te fue?-
Todo se quedó en silencio.
- Conseguí el empleo- no se lo podía creer, habían sido meses de lucha para que lo recibieran en uno debido a su edad. Abrazó a su padre emocionado. Seis meses habían pasado desde que perdió a su madre. Seis meses en que todo dio un giro impresionante.
Su madre era economista y se encargaba de las finanzas de una microempresa conocida en Busan. Era la mejor en lo que hacía y Jimin quería ser igual a ella. Por eso decidió estudiar economía en una universidad que le permitía estudiar virtual. No quería irse de su hogar y sus padres estaban de acuerdo con eso, aunque eso implicara pagar un poco más.
Hace nueve meses su madre sufría de pérdida de apetito, dolores de cabeza y fatiga, pero ella consideraba esos síntomas causados por el estrés del trabajo. Jimin y su padre siempre le aconsejaron ir al médico. Dos meses antes de su muerte había colapsado. La llevaron de urgencias al hospital y determinaron que tenía ERC (enfermedad renal crónica).
-Esta enfermedad no tiene cura- dijo el doctor encargado - lo siento mucho-
El mundo de esos dos hombres se vino abajo.
Jimin y su padre no permitirían que su madre siguiera trabajando aunque ella insistiera. La empresa le seguía pagando en su incapacidad, pero ella se sentía en deuda y creía que tenía que reponerles hasta el último Won con trabajo.
Pensaban mucho en los procesos médicos y medicamentos ya que eran muy caros. Además, tenían que pagar la universidad de Jimin, más los servicios y la alimentación.
El señor Park se dedicaba a las artesanías desde que su hijo tenía memoria. Recordaba cómo él trataba de enseñarle a cazar, pero lo único que terminaba haciendo era remediándose con el pequeño porque se enojaba con cada muerte de algún animal.Lo que sí pudo enseñarle sin ningún problema fue a defenderse a campo abierto. Le había enseñado unas técnicas básicas de supervivencia que le había enseñado su padre, el abuelo de Jimin.
En cuanto al joven, este consiguió un trabajo de medio tiempo en una cafetería. Lo agradable de estudiar en virtual era que podías manejar tu propio tiempo de estudio y eso le permitía tener un horario muy flexible.
Los dos se encargaron de la señora Park durante todos los meses que siguió junto a ellos.
Literalmente hasta el último día...
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Espero que les esté gustandoGracias por leer, besos en las nalgas.
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Half - KookMin
Fanfiction"Aristófanes, dentro de una metáfora en el Banquete, hablaba acerca de la existencia de tres géneros: masculino, femenino y andróginos. Los últimos, eran criaturas con dos cabezas, dos piernas, dos brazos y dos órganos reproductores. Un día intentar...