Un Beso Inolvidable (Giyu Tomioka y tu)

Capítulo 7

◆━━━━◆Pov de narradora◆━━━━◆

La hermosa joven no entendía el cambio de humor que ha tenido su amado tras la reunión que tuvo con el patrón y el resto de pilares, aunque en estos momentos se encontraba atrapada en sus brazos a la vez labios, los cuales besaban con mucha gentileza su cuello, siendo algo atrevido respecto a su actitud cotidiana, pero deseaba ser tocada por el mayor de esta forma a la vez de conocer cada vez más este lado de su amado, porque en verdad desea calmar la necesidad que tiene el mayor y solo ella puede hacerlo, con ello pudo sentir como sus labios se unieron en un intenso beso en dónde ambos solo querían seguir sintiendo el calor del otro hasta el punto de alejarse por la falta de aire.

Giyu: lo siento...-susurra uniendo sus frentes con gentileza-no quería asustarte con todo lo que hice, solamente quería besarte con todo mi ser y demostrarte que te amo.

Tn: Giyu-susurra uniendo sus labios en un corto periodo de tiempo-eres tan maravilloso que en ocasiones pienso que no eres real y que todo esto es un sueño.

Giyu: pienso lo mismo... Me da miedo de que me dejes por otro-susurra volviendo unir sus labios ante su desesperación, no quería que ella se fuera y si debía de tomar todo de ella, lo hará.

La hermosa joven solamente se dejaba guiar ante los labios del mayor, aunque los pensamientos de su amado son un completo error, debía de demostrarle que nunca amará a nadie más si no es él, para así subir la intensidad del beso en dónde las manos del mayor bajaban un poco para apretar con un poco de fuerza uno de sus glúteos para llevarla a la habitación que han estado compartiendo desde hace un tiempo, sin más separan sus labios para verse a los ojos ante el deseo que recorrían en todo su ser, este era el momento para afirmar o rechazar la necesidad del otro.

Tn: quiero hacerlo, Giyu... Si es contigo no tengo nada que temer-susurra jadeando un poco ante el toque de su amado.

Giyu: yo también, no quiero que veas esto como un error... Solamente deseo de que te sientas bien conmigo-susurra recostandola sobre el colchón, para así meterse entre sus piernas-dejame cuidar de ti por siempre, Tn.

Tn: sé que vas a cuidar bien de mi, Giyu-le sonríe con dulzura para volver a unir sus labios con amor.

El calor en ambos se intesificaba con cada segundo que pasaba, las manos de ambos se aventuraban en el cuerpo del otro para conocer mejor sus cuerpos ante este momento tan íntimo, para así la menor desabotonar el uniforme del mayor para tocar mejor su pecho y sentir la dureza de los músculos que ha formado por tanto entrenamiento, pero el mayor no pensaba quedarse atrás ante los movimientos de la menor, ya que este tenía una idea de lo que quería probar en ella para complacerla, siendo una recomendación de parte del pilar de sonido para darle un plato de entrada para lo mejor, por lo tanto una de sus manos dieron pasó hasta su intimidad en dónde anteriormente hizo a un lado su ropa interior para tocarlo con cuidado y sorprenderse de lo húmeda que estaba ese lugar, sin más este empieza a solo acariciarlos con cuidado y abrirlos un poco para meter uno de sus dedos para realizar la acción de sacarlo y meterlos de forma continúa, pero se detiene al escuchar un suave gemido de parte de la menor, para así verla preocupado.

Giyu: ¿Te hice daño?...-su mirada daba a conocer lo preocupado que estaba.

Tn: no, no... Solo que se sentía un poco extraño, pero no me dolía para nada, Giyu-su rostro estaba bañado de un fuerte rubor a la vez deseaba sentir esa sensación una vez más-por favor... Sigue, Giyu.

El joven de hermosos cabellos negros asiente ante la petición de la menor, sin más los movimientos en la flora vaginal de la menor se hicieron presentes una vez más, para así escuchar los gemidos de la menor un pocos más fuerte, el mayor nunca se espero de escuchar una voz tan aguda de parte de ella, pero deseaba de que lo esté recibiendo con todo el placer posible hasta después de un tiempo ver cómo ella soltaba unos fluidos, tras haber sentido tanto placer de parte del mayor, el cual empezó a lamer sus dedos curioso del sabor que puede tener la fémina, sin más este levantó su vista para ver a la menor, la cual no dejaba de respirar agitadamente a la vez de que estaba temblando un poco para poder tocar el pecho del mayor y jalarlo a ella.