Goshiki Tsutomu x Oc

2.

Time skip

- Hey chica ¿seguro que estás bien? - Olivia, su otra mejor amiga a parte de Adriana, le preguntó de camino a la escuela. - Ya sabía yo que esa chica tenía algo raro, no me daba buena espina.

- Sí.

- No lo creo, evitala. - Miró hacia un lado. - ¡Kenji! ¿Vas a trabajar?

- Sí, hola Hanae. - Miró a la menor, quien tenía la cabeza agachada. - ¿Estás bien?

- Luego, si me deja te lo cuento en casa. Pero tendrás que acompañarla tú a su casa, yo tengo una reunión.

- Está bien. - Miró su reloj. - Nos vemos.

- Hasta luego. - Las dos chicas hablaron al unísono.

- ¿De qué os conocéis?

- Cada vez que voy a la tienda, siempre me atiende él.

- Ah. - Miró a la chica, ya no tenía la cabeza gacha y tampoco tenía la expresión de tristeza que tenía momentos antes. - Al parecer su presencia te ha tranquilizado, te reconfortado de alguna manera. ¿Te gusta?

- ¿Qué? - Miró incrédula a su amiga. - No me gusta.

- Hola chicas, perdón por alcanzaros tan tarde. - Adriana apareció cuando estaban ya en los pasillos del instituto. - Me quedé dormida.

- Viendo Tiktok hasta tarde.

- Sí. - Rió. - Sabéis el plan, ¿no?

- Sí.

- Bien.

Time skip.

- Hola. - El mayor apareció al lado de las chicas.

- ¿Kenji?

- Olivia me dijo que acompañara a Hanae a casa. Tengo aquí el coche aparcado, os llevo.

- Gracias. - Las chicas le siguieron hasta el coche, Hanae se sentó en el asiento del copiloto y Adriana se sentó atrás.

Time skip.

Habían pasado dos meses después de aquello, Hanae y Kenji se hicieron más cercanos y los padres de Hanae se volvieron más permisivos al saber que su hija y Miriam habían cortado lazos.

- Mamá, voy a casa de Kenji y Olivia.

- Ok, ten cuidado.

- Sí. - La chica salió de su casa, minutos después cerca de casa de sus amigos pasó por un bar que habían abierto hace una semana, este atraía adolescentes delincuentes, por decirlo así, y adultos borrachos.

- Ey, nena, ¿dónde vas? - Habló un chico que aparentaba los 19 años. - ¿Por qué no vienes conmigo?

- Hey. - Kenji apareció. - Vamos. - Agarró a la menor de la mano y la arrastró hasta su casa. - Menos mal que llegué.

- ¿Qué pasó?

- El tío ese.

- ¿Otra vez?

- Sí, debe tener algo conmigo la verdad.

- No, sí se lo hace también a Adriana y a mí, y a todas.

- Hey, el director de vuestro instituto me ha mandado un correo, dice que se cerrará hasta nuevo aviso por una plaga de algo.

- Oye, ¿y esas maletas?

- Oh. - Olivia y Kenji se miraron entre sí. - Verás, es que...

- ¿Qué?