Christopher se alejó del grupo, siendo notado por Aria, quien decidió seguirlo, ya que los drones también lo hicieron.
—Bueno, descuida —continuó Carla hablándole a Karen—. Vamos a hacer algo al respecto, por ahora no queremos que algo así se sepa, va a causar mucho daño. No tenemos pruebas, además.
—Yo soy una prueba —dijo Mauro.
Respiró hondo a causa del nerviosismo y el malestar de recordar. Bajó la vista. Carla lo miraba con sorpresa.
—Yo también —Tomas dio un paso hacia ella—. Ella no sabía que yo soy su hijo... Hizo que sus amigas me tocaran, ella iba a dejar que alguna me hiciera más, y también otra se llevó a Christopher a una habitación.
—O-okey. —Carla debía ver cómo asimilar la información.
Otras dos guardianas estaban escuchando, además.
—Olvídenlo —refutó Tomas, sintiendo decepción—. Encierran a los hombres que ya no les sirven. ¿Qué podemos esperar que hagan? Nada.
Carla parpadeó confundida.
—Los hombres encerrados no pueden cumplir su propósito...
—Separan familias —interrumpió el chico—. Si un hombre no les va a "servir" —hizo las comillas con los dedos, con el enojo marcado en su mirada—, deberían al menos ponerlo en un hogar, no dejar que muera en el olvido. No tienen derecho a hacernos eso solo porque somos diferentes o no cumplimos sus expectativas. —Avanzaba hacia ella y la mujer retrocedió un par de pasos. El dron que la acompañaba se puso a su lado y ella lo apartó—. Tenemos tanto derecho como ustedes de querer a otra persona, aunque sea de nuestro mismo género.
Las mujeres en el exterior y en sus casas seguían sorprendidas. La mayoría ni siquiera se había preguntado si era posible siquiera que un hombre también pudiera querer a otro. Ellas estaban tan desligadas de ellos, del tema, del mundo, que nunca se lo imaginaron.
Con esa idea de que los hombres parecían de "otro planeta", no pensaron que pudieran ser tan iguales. Al final, todos eran humanos, ellos también.
Un floter llegó y Gustav bajó de este. Las dos guardianas fueron hacia él de prisa.
—¿En dónde está su Eva?
Él suspiró con cansancio.
—Solo quiero hablar con la líder.
—Soy yo a quien debes hablar. La líder ya no recibe a personas —dijo Carla.
—¿Personas? ¿O solo a los hombres?
—¿Qué es lo que tienes que hablarle? Carmela te ha acusado de agresividad también, por si no lo sabes. ¿En dónde está tu Eva?
Él, cansado, la miró con enojo.
—Ella está bien. ¿Puedes dignarte a escuchar lo que tengo que decir? O me largo.
—Dejen que hable —pidió Mauro—, por favor.
Las mujeres los miraron a ambos y, luego de pensarlo un segundo, Carla hizo que los drones se alejaran del hombre. Gustav suspiró aliviado, pero no se sentía mejor.
—Carmela hizo que algunos Adanes, incluido yo, se acostara con otras Evas, sus amigas, sobre todo, pero yo... —Bajó la vista y cerró los ojos—. No solo con sus amigas. Y lo siento, pero...
Carla notó un movimiento y maldijo al notar a un dron de las noticias.
—¡Opaquen las ventanas!
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Eva: el proyecto
Science FictionLos hombres son un lujo que solo pocas mujeres pueden darse. Aria se hace con uno, pero descubrirá que hay más cosas detrás del hecho de poseer a un chico. *** Los hombres son escasos, son un lujo, y muy pocas mujeres pueden acceder a ellos. ¿Serás...