CAPÍTULO 17

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No se que fue el impulso que me dio al preguntarle eso. Solo he convivido con mi última pareja antes de Seb y ya sabemos como terminó. Pero Seb no es él. Cuando estoy con Seb, me imagino un futuro juntos... Algo que no había imaginado con alguien antes y mucho menos había imaginado que ese tipo de futuro fuera a existir para mí. Seb me miró sorprendido.

SEB: ¿Quieres que venga a vivir contigo?

T/N: Quizás es repentino. O demasiado pronto...

SEB: Me encantaría vivir contigo - sonrió con ese brillo en la mirada que tanto amaba de él

T/N: ¿Seguro?

SEB: Nada me haría más feliz - me besó... Por toda la cara. Me levantó abrazándome y rodee con mis piernas su cintura agarrando su cuello - además, parecía que ya vivía aquí.

Me reí y fuimos a darles la noticia a Tom y Gala. Estos nos felicitaron. Gala no hacía más que repetirme que se buscaría un apartamento para ella. Pero insistí en qué no quería que se fuera. Y que esto no era un motivo para ello. Pero la conozco bien. Aunque en estos momentos me este dando la razón, se que en cuanto cenemos va a empezar a buscarse algo. La entiendo y es su decisión. La verdad es que parecía que Tom también vivía aquí. Entre los entrenamientos, las comidas, las cenas... Solo le faltaba dormir aquí. Gala propuso ver una película, a la que Tom accedió. Pero yo tenía otros planes.

T/N: Yo paso, me apetece un baño - le guiñé un ojo a Seb y fui a mi habitación.

SEB: Yo también voy a pasar de la peli. - vi como se levantaba e iba tras de mi hasta agarrarme por la cintura dándome un beso en el cuello - ¿así que, te apetece un baño?

T/N: Sí, ¿a ti no?

SEB: Un baño suena genial

Fuimos a mi habitación, ahora nuestra, y Seb fui al baño a llenar la bañera de hidromasaje. Cuando entré minutos después, ya cambiada y con una bata sin nada debajo, vi a Seb ya metido en la bañera.

SEB: Ven conmigo, preciosa

Me quité la bata y la dejé en el perchero, dejando mi cuerpo desnudo a los ojos de Seb. Creí que con las veces que me había visto y las muchas más que habíamos tenido sexo, ya se habría cansado o incluso aburrido. Pero no. Los ojos de Seb reflejaban lujuria, pasión, esa mirada que ves a un león en los documentales cuando ve a su presa de lejos. Me acerqué a la bañera pero me puse al otro lado, frente a él.

SEB: ¿Por qué estas tan lejos?

Lo ignoré me senté en el borde de la bañera abriendo mis piernas frente a él.

SEB: Nena, no me hagas esto. - se iba acercando pero con mi pie en su pecho lo paré - ¿no vas a dejar que te toque?

T/N: Quiero que veas primero como me doy placer a mí misma - le dije en rumano - quiero que veas como llego al orgasmo. Y después de la sorpresa que te tengo, puedes hacer conmigo todo lo que tu quieras

SEB: Un día de estos vas a matarme - me dijo volviendo a su posición de antes - no sabes lo que me excita que me hables en rumano, desnuda y tan húmeda para mi

Mis manos fueron recorriendo el interior de mis muslos. Mi mano derecha llegó al vértice de mi centro mientras que con la mano izquierda seguí subiendo hasta llegar a uno de mis pezones. Sí, Seb tenía razón, ya estaba húmeda, solo con su presencia ya provocaba eso en mi. Estimulaba mi clítoris a la vez que mis pezones. Mis jadeos se hacían más notables. Y aunque me estaba costando mantener los ojos abierto por el placer, me excitaba mucho más ver como Seb me observaba. Estaba excitado, le notaba que tenía ganas de tocarme, de lamerme. Mientras le miraba, lo imagine haciendo todas aquellas cosas, imagine como me succionaba el clítoris mientras introducía sus dedos en mi interior. La velocidad de mi mano en mi vagina aumentó y con la otra mano tube que sujetarme al mueble que tenía al lado para no resbalar por que empezaban a fallarme las piernas. No aguantaba más... Oleadas de placer y espasmos se fueron acumulando en mi interior hasta que lo dejé salir con un gemido, el cual si me hizo cerrar los ojos y juntar mis piernas para aumentar la presión. Pasados unos segundo, vi como Seb se iba acercando.

T/N: Aún no - con un suspiro de desesperación, volvió a su sitio obediente. Sabía que su cúmulo de ganas por mi, me lo devolvería una vez que le dejase tocarme. Pero hoy quería ir un poco más allá. Abrí el cajón del mueble en el que estaba sujeta hace unos minutos y saqué un dilatador anal y un lubricante. Me puse de espaldas a él, inclinada, y puse un poco de lubricante en el dilatador y otro poco en mi entrada trasera. Miré a Seb, sus pupilas estaban dilatadas también. Poco a poco fui introduciendo el dilatador por mi ano. La verdad, no era mi primera vez por detrás. Y era bastante resistente al dolor que provocaba ese tipo de juegos sexuales. Solo tenía que relajarme. Cuando el dilatador estaba completamente dentro de mi, me incorporé y me puse de rodillas dentro de la bañera frente a él, estilo sumisa.

T/N: Soy toda suya, Señor Stan - le dije en rumano

Seb no tardó ni un segundo en juntar su boca con la mía, acariciaba mi cuerpo y me acercaba a él.

SEB: Sin duda sabes cómo sorprenderme. Como volverme loco. Me haces cada día más adicto a ti.

Me sentó encima suya, y de una sola estocada, estaba completamente dentro de mí. Me movía lento, hacia arriba, hacia abajo, haciendo movimientos circulares y frotando mi clítoris en él. Me tenía agarrada del culo con una mano y con la otra sacaba y metía el dilatador por el ano. Esa doble penetración me estaba volviendo loca. Mis gemidos eran tan fuertes como los de él. Sacó el dilatador y lo lanzó fuera de la bañera. Abrió más mis piernas, me acercó más a él y me levantó un poco para introducirse por mi parte trasera. La anchura del pene de Seb era mucho mayor a la del dilatador, y la largura también. Pero estaba tan excitada, que cuando ya tenia la mitad mitad dentro de mi, le susurré.

T/N: Te quiero dentro de mi, hasta el fondo.

SEB: Pequeña, no quiero hacerte daño

T/N: No me lo estás haciendo. Me encanta sentirte dentro de mi. Me vuelve loca cada jadeo tuyo

Dicho aquello, introdujo la otra mitad que faltaba hasta llegar a su base y al notarlo, jadeó y comenzó a moverse. Con mis pies me impulsaba para encontrarme con las embestidas de él. Mientras me penetraba, bajó una de sus manos e introdujo tres dedos en mi vagina. Tocando el punto exacto para en cuestión de segundos tener mi segundo orgasmo. Me hizo salir de él, me puso en pose de perrito y me penetró de nuevo, esta vez en mi vagina, mientras con sus dedos jugueteaba en mi ano... Metió un dedo primero, algo que me hizo gemir. Lo sacó y está vez metió dos. Así estuvo un rato mientras no paraba de bombear en mi vagina. Minutos después, sacó su pene y lo metió en mi culo.

SEB: Joder... Ahhhh - Jadeó - estás muy apretada nena.

No podía hablar... El placer que sentía no me dejaba apenas respirar. Se puso de rodillas llevándome con él, quedando encima a espaldas de él, aún con su polla dentro de mí y comencé a moverme. Llevo su mano de nuevo a mi vagina, mientras introducía tres dedos en mi interior, con su pulgar rozaba mi clítoris.

T/N: Seb... Voy... Voy a...

SEB: No te corras hasta que te avise. Quiero correrme junto a ti. ¿Aguantas por mi? - dijo cogiendo mi barbilla y girandome para que le mirara

T/N: Sí... Ahhh - salió de mi - Dios, no pares ahora

SEB: Tranquila, pequeña, no quiero correrme en tu culo

Me volvió a poner encima suya, repitiendo la primera postura. Me estaba dejando el control a mi. Y eso iba a ser un problema. He estado a punto del orgasmo 2 veces, y en cuanto lo nota, para el ritmo para que le espere. Estaba notando como se hinchaba dentro de mi... Y eso solo significaba una cosa.

SEB: Correte nena - me dijo en rumano - Correte en mi polla

No tuvo que decirlo dos veces. Con un gran gemido, me corrí y él tras de mí. No parábamos de movernos, cada vez más lento, pero así intensificando el orgasmo y hacerlo más duradero. Cuando nuestras respiraciones volvieron a ser regulares, juntó su frente con la mía. Aún estaba sobre él. Y me abrazaba por la cintura.

SEB: Eres insaciable - me besó - Te amo pequeña

T/N: Te amo

SIGUE TUS SUEÑOS (SEBASTIAN STAN Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora