CAPÍTULO 15

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PUNTO DE VISTA DE SEBASTIAN

Todo lo que me contó T/n, su pasado, sus miedos... Entiendo todo por lo que pasó, pero ni me llego a imaginar como se tuvo que sentir. Pero yo no soy como ellos. T/n está haciendo un gran esfuerzo y sacrificio por confiar en mi. Y le voy a demostrar que soy digno de su confianza. La quiero a mi lado por el resto de mi vida. Amo a esa mujer como nunca amé a nadie. 2 semanas después de aquella noche, me encontraba con T/n en su casa. Por fin estábamos solos. Cuando no era Tom, era Gala, o lo dos con nosotros. T/n me había prestado uno de su coches de cristales tintados para poder llegar a su casa sin ser visto. Aunque para ello, me tocaba ir siempre al hotel a recoger el coche, ya que si lo aparcaba en mi casa, los paparazzi sabrían que coche llevo ahora. Rumores en las revistas fueron saliendo con fotos mías saliendo y entrando frecuentemente del hotel. T/n y yo nos reíamos de dichos rumores. Mientras yo iba a por el coche y salía sin ser visto, los paparazzi creían que tenía algún lio con alguna modelo o actriz.

T/N: Por fin solos - me besó

SEB: Por fin - le acariciaba la espalda en nuestro abrazo

T/N: Ven... - me agarró la mano y me llevó al gimnasio

SEB: ¿Vas a entrenar ahora?

T/N: Quizás si me acompañas... haga un poco de cardio - dijo con una sonrisa pícara

SEB: No me apetece correr ahora

T/N: ¿Y correrte, te apetece? - abrí los ojos como platos

Dicho aquello, T/n comenzó a besarme, y obvio, no me negué a su juego. Su mano bajaba por mi abdomen, sujetó mi camiseta y me la quitó hábilmente. Le daba besos por el cuello, mientras me iba bajando los pantalones. Hice lo mismo con su ropa y nos quedamos desnudos, uno frente al otro. Me llevé uno de sus pezones a la boca mientras estimulaba el otro con la mano. Mientras tanto ella, llevó su mano a mi miembro y comenzó a jugar con él como aquel día en la piscina.

SEB: No juegues conmigo, preciosa. - la miré a los ojos - me vas a volver loco

T/N: Quiero que te vuelvas loco - susurró en mi oído sin dejar de tocarme - quiero que me folles duro en todos los rincones de esta casa. - Un gemido salió de mi boca.

Esta mujer no puede ser más perfecta. Es divertida, alegre, amable, altruista y cuando estamos solos, es todo amor y lujuria. La levanté haciendo que me rodeara con las piernas, y la senté en el potro. Ella se me quedó mirando y abrió sus piernas para mi lentamente.

T/N: Haz que me corra en tu boca cielo - me decía mientras ella misma se tocaba

Me acerqué a ella, aparté su mano y mientras ella se apoyaba, me puse de rodillas y lamí. Daba pequeños lengüetazos en su clítoris, mientras con mi mano abría sus pliegues. La miré desde abajó a la vez que introduje un dedo en su interior.

T/N: ¡Dios! Así... no pares - gemía. Y cada vez que lo hacía, juro que me dejaba a punto de correrme y sin tocarme. Solo con sus gemidos

Introduje dos dedos más en su interior. Estaba tan húmeda que si quisiera podía meter un cuarto dedo. Seguí lamiendo su clítoris y con los dedos, llegaba hasta ese punto que a ella le hacía gritar. Subió más su cadera, dándome más acceso a su interior. Sabía que ella quería más, su olor y sabor me estaban volviendo loco y no podía aguantar más. Succioné su clítoris, esta vez más rudo, y mis dedos más rápidos. Pronto noté como sus paredes apretaban mis dedos y segundos después se corrió en mi boca. Lamí hasta no dejar ninguno de sus jugos. Tiró de mi suavemente hasta quedar cara a cara y me besó con lujuria mientras yo jugaba con mi punta en su entrada. Se separo de mi, con un "Te amo", bajó del potro y me llevó a una de las colchonetas.

SIGUE TUS SUEÑOS (SEBASTIAN STAN Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora