Reencarnación [Leah Clearwater Fanfic] [finalizada]

1

Necesitaba una ducha, había ido de misión junto al amo Caius y estaba toda manchada de sangre, ya era costumbre que nos viesen juntos y a mí en ese estado.

—Te lo pasaste bien —afirma Alec

—Siempre me lo paso bien, si me disculpas necesito una ducha

—No tardes que pronto vendrá Heidi con la comida

En mi habitación me quito la ropa quedando desnuda, reviso en mi mueble buscando ropa para ponerme después de la ducha, dejo sobre un velador el collar con el símbolo de la guardia y un collar que tenía forma de corazón, este se abría y tenía una foto dentro.

Era de Bianca

Tomé su collar y me lo quedé, la foto que tenía era nuestra, ella me obligó a tomarme una foto, yo me veo totalmente tiesa al no saber que hacer, en cambio ella se veía preciosa, sonreía mientras me abrazaba.

Perdón Bianca.

Entro en la ducha, el agua se torna de un color rojo, me tomo mi tiempo para lavar bien mi cabello y mi piel, luego, al salir, seco mi cabello y lo peino, me coloco las prendas y voy donde estaban los demás.

Al llegar veo a un chico de cabello cobrizo con una rodilla en el suelo, le estaba pidiendo al amo Aro que le matara, que había perdido a su compañera y quería morir, pero el amo Aro le denegó la petición.

Cuando logro ver bien a aquel vampiro, noto el color de sus ojos, era un vegetariano.

—Muero de hambre ¿cuándo llegará Heidi con la comida? —le pregunto a Alec en un susurro

—Diría que en media hora o una hora como mucho —responde

—El chico Cullen se va a exponer —dice un vampiro de bajo rango, miro a los amos

—Den la orden y me encargaré de él —ofrezco

—No te preocupes, querida Lena, que Jane vaya por nuestro invitado —dice el amo Aro

—Sí, señor —responde mi hermana

Al notar que estaban tardando un poco más de lo debido Alec decide ir a por ella volviendo junto a Jane, el chico Cullen, otra vampira y una humana

—Oh, al parecer está viva 

El amo Aro intenta usar su don en la chica llamada Isabella, pero este no hace efecto, Jane intenta lo mismo, pero tiene el mismo resultado.

Al ver como estaba evolucionando la situación Félix se adelanta a atacar a al chico Cullen, pero ella se interpone y suplica por su vida

—¿Amos? —Mi pregunta iba dirigida a todos, pero mi mirada se centraba en el amo Caius

—Lena, encarg... —empieza a decir, pero el amo Aro le interrumpe

—Aún no, ellos deben entender

—Son compañeros, es normal que actúen así —dice el amo Marco, ese comentario hace que piense en Bianca

—Siento interrumpir —empiezo a hablar —. Chico, si ella es tu compañera, conviértela, ella no puede ser humana y saber de nuestra existencia, nos pone en peligro a todos, nadie nos puede asegurar que no vaya a decir nada, además, viniste suplicar tu muerte porque ella estaba supuestamente muerta ¿te das cuenta que la muerte llegará a ella tarde o temprano mientras sea humana? Quizás sea la vejez o una enfermedad, puede que sea un accidente, o quizás algún desquiciado la mate, y ahí te arrepentirás de no haberla convertido cuando tuviste la oportunidad ¿qué piensas hacer en ese caso? ¿Venir a suplicar que te matemos? porque eso no pasará. La chica dijo que la convertiría, así que, sí o sí terminará siendo como nosotros, deja de actuar de forma inmadura y piensa en lo que ella quiera, si ella quiere ser convertida que se convierta, tú no eres nadie para decidir por otros

—Es sorprendente lo sabía que puede ser nuestra querida Lena —dice Aro —, ella tiene razón, así que tienen dos opciones, o la matamos o la convierten.

—Seré convertida —sentencia Isabella, el amo Aro asiente gustoso mientras que el amo Caius rueda los ojos

—Recuerden que los Vulturi no damos segundas oportunidades.

Estaba claro que las cosas no iban a terminar ahí.

Me era imposible no sentir envidia de aquella situación, yo en verdad deseaba poder ver a Bianca una vez más.

No había que tener el don de leer las mentes para saber que el amo Caius estaba muy disgustado con la situación, podía entender a la perfección el porqué, no se fiaba y era lo normal, mantener el secreto no era solo para proteger a los humanos de nosotros, sino también a nosotros de ellos, eso fue que más me quedó claro.

Esa tarde el Amo Caius nos había pedido que nos reuniéramos con él, al parecer tenía una misión para nosotros, al frente estaban Jane y Alec, un poco más atrás estaban Demetri y Félix, mientras que yo espectaba desde un lateral.

—Quiero que vigilen a los Cullen de cerca por un tiempo —dice él —recientemente han estado ocurriendo desapariciones en Seattle, me gustaría que lo vieran, si es útil contra los Cullen dejen que siga, si no es más que un problema elimínenlo.

—Sí, amo —Dijimos todos

—Pueden retirarse todos menos Lena —ellos se van retirando del lugar, yo me acerco quedando frente a él y me arrodillo esperando una indicación —. No es necesario que hinques la rodilla, mi querida Lena, pero siempre es un placer ver tu gran lealtad

—Es un placer para mi poder servirle —dije al levantarme

—Eres una de las personas en las que más confío en la guardia, si ves que las cosas se salen de control quiero que pares y acabes con todo, sé que con tu don podrás destruir toda evidencia, puede que Jane esté al mando durante la misión, pero en cuanto consideres que todo deba ser detenido, hazlo. Acaba con todo.

—Así lo haré, no lo decepcionaré

—Jamás me has decepcionado, al contrario, eres uno de mis mayores orgullos. Puedes ir ya con los demás.

Aquellas palabras de amo Caius en verdad significaban mucho para mí, un calor invadía mi pecho cada vez que me alagaba, sentía que en verdad valía la pena todo lo que hacía

¿Estás orgullosa de mí, Bianca?