Capitulo 1

10 1 0
                                    

"Hora de partir."

| AÑOS ATRÁS |

ANNE [18 AÑOS]

Hora de partir, los últimos días del verano ha llegado y es hora de comenzar la vida universitaria, aunque solo me mude a dos horas de casa es un gran paso quedar con solo 18 años.

Dejar a mi familia y solo visitarlos de vez en cuando los fines de semana es la nueva rutina, es algo que emocionalmente no me sienta del todo bien, pasar de vivir 18 años con ellos y mi hermana sin separarnos más que un par de ocasiones en las cuales son situaciones muy distintas; me va costar un montón. Ya que ni si quiera será vivienda compartida, será un lindo departamento solo para mí. El estilo de vida que llevare para la universidad es lo que siempre he soñado desde los años de secundaria. Algo que tanto he anhelado por años está justo por cumplirse, pero se siente tan ajeno a mi como si algo estuviera pendiente, no sabría cómo describir el sentimiento, pero algo sí estaba claro mi primera meta después de cumplir 18 años se estaba cumpliendo y eso era vivir sola cuando fuera una universitaria.

- Viviré sola y seré una estudiante universitaria - pronuncie en voz alta y en mi rostro se dibuja una gran sonrisa.

En esos momentos jamás creí que en algún momento diría que extrañaría a aquella chica soñadora, si alguien viniera y me dijera que disfrutara eso momento por que pronto terminaría no lo creería porque había una regla, la única regla y no sería capaz de creer que lo rompí y menos en el nombre del amor.

El amor para mí es un sentimiento sagrado porque cada historia contada y justificada en su nombre, me hacía ver que el amor estaba tan corrompido que hacía que ese sentimiento tan puro al final no valiera nada.

Nunca me arrepentiré de todo lo que pasara, porque si algo se, es que todo lo que nos pasa en la vida es por algo cada línea en nuestra vida, por más línea curva que esta sea.

- Ellis y tú no cambian, poner música a todo volumen cuando están haciendo cosas que las consume toda - la voz de mi mama sonó sobre la música casi en un grito para llamar mi atención.

Me encontraba mirando por la ventada y no había notado que lleva un buen rato mirándome recargada sobre el marco de la puerta. Mi madre una mujer ya en sus cuarentas, con su mirada cansada pero llena de amor, ella seria a la persona que más extrañaría apenas me fuera de casa. Esa mujer que me enseña todos los días como sobrevivir a esta vida.

- Madre, cuanto tiempo llevas ahí parada - la invite a pasa y me dio una sonrisa envuelta de paz - perdón, por la música a todo volumen, estoy tratando que la nostalgia de dejar mi hogar lo me venza y esta me haga cambiar de opinión, así que puse un poco de música para distraer el alma - la música estaba aún volumen moderado, pero con las increíbles bocinas que me regalaron en navidad hacia que el sonido fuera un poco más alto.

- Está bien cariño, mamá entiende que te está costando asimilar que te iras de casa y empezaras a vivir tu propia historia - y tanta razón tenían esas palabras, estoy por comenzar a vivir mi propia historia, y así es una historia que hará que todo mi mundo se transforme.

Me dio un abrazo de mama oso y se marchó de la habitación y yo continué con el resto de maletas faltantes, no eran demasiadas cosas, pero al estar tomando mi tiempo para procesar el gran cambio que daría, sí hacia parecer que tenía demasiadas cosas que llevar. Estuve así un par de horas más. Quería tomarlo con calma.

| Mas tarde en la casa de Anne.

- Padre, me pasas la sal - pronuncio Ellis en dirección a mi padre, mi padre un hombre en los cuarenta casi cincuenta, la miro serio dando entender que ella y el no eran un igual y que no podía hablarle en ese tono tan relajado - por favor - termino su oración, dándole igual la mira seria de mi padre.

Rebelde, esa alma rebelde que tenía hacia que cada paso que yo diera fuera con total confianza, como la típica frase que siempre dice cuando le dan una buena represión por sus actitudes adolescente "el que tenga miedo a morir, mejor que no nazca" esas palabras son la esencia que me da coraje para seguir con mi vida. Y fueron esas mismas palabras que al final yo pudiera continuar y no dejarme rendir.

La vida que jamás creí perder, porque pensé a los seré ordinarios no le pasan cosas extraordinarias, y tal vez tenga mucha razón, porque lo era lo último que podría ser.

Las cenas en familia nunca volvieron hacer igual, porque cuando encontré lo que me faltaba, eso hizo que el resto que siempre estuvo se sintiera todo menos un hogar, por que sentí que mi hogar se había ido y no sabía el porqué. Justo ahora era tan ajena a todo lo que se venía, tantos planes, tantas metas, todo lo que fue preparado por años tirados a la basura y todo justificado en el nombre del amor, vaya cuento el que desconocía yo de 18 años.


Gracias por leer, recuerdo dejar tu voto y dejar un comentario si te gustó este capítulo. ✨️

SIEMPRE FUISTE Y SERÁS TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora