¿Alguna vez han tenido uno de esos raros, raros, raros días en los que no pueden dejar de sonreír? Pues parecía que para mí hoy era uno de esos días. Desde ayer en la noche no había podido borrar la enorme sonrisa de mi rostro.Y además parecía que estaba hipnotizada pues no había prestado nada de atención a lo que me estaba contando mi amiga.
-ZACK EFRON - grito Tracy repentinamente moviendo su mano varias veces en mi cara.
Y ese nombre basto para que volviera a la realidad.
-¿Zack Efron?- pregunte por fin dirigiendo mi vista hacia mi amiga. Quien me miraba con una expresión de pocos amigos.
-Sólo si menciono a ese bombón me haces caso- exclamó enojada.
Aunque la verdad no la culpaba, en este momento podría desesperar hasta a una monjita.
-Lo siento, pero vamos, es Zack Efron, tú lo acabas de decir, es un bombón y todo lo que lo involucre tiene que ser muy bueno- me encogí de hombros. Poniendo la cara más tierna que tenía para que no se enojara.
-Te perdono, por qué en eso no te equivocas.
Menciono mientras caminábamos hacía los vestidores para cambiarnos por el uniforme de entrenamiento que teníamos para porras.
Me recogí el cabello en una coleta alta junto con un listón que combinaba con el uniforme. Salimos de ahí para dirigirnos al salón en el que ensayábamos, el cual se encontraba cruzando la cancha de americano.
Seguía con mi enorme sonrisa. Hasta que mis ojos se encontraron con una escena que hizo que poco a poco esta desapareciera.
Dylan estaba platicando muy animadamente con nada más y menos que Kimberly. La verdad, es que parecía que estaban a punto de besarse, pues la distancia que los separaba era mínima.
Sentí la mano de mi amiga en mi hombro mostrándome su apoyo, el cual correspondí con media sonrisa y seguimos nuestro camino.
No sé cómo es que llegue a pensar que le podía tan siquiera atraer a Feldman. Era una idiota. Creándome falsas ilusiones, como siempre.
El entrenamiento duro dos horas en las cuales tuve que escuchar a la zorra de Kimberly hablar y hablar de Dylan y ella. Dylan esto, Dylan aquello, me daban tantas ganas de darla una patada en la cara para arruinar su ¨perfecto¨ maquillaje.
Salí deprisa en cuanto nuestra coach se había ido. Realmente, lo único que quería era llegar a mi casa. Pero como siempre, mi suerte no fue la mejor, pues al momento en el que pasaba por la cancha de americano recibí un golpe en la cabeza proveniente de un balón que habían lanzado.
-Lo siento muchísimo- se disculpó acercándose un chico, bastante guapo si soy sincera.
-No te preocupes- conteste regalándole mi mejor sonrisa en esos momentos.
El me miro y sonrío con dulzura.
-¿Cómo te llamas?- pregunto jugando con el balón que tenía en las manos.
-Brooke Redmond y ¿tú?
-Bryce Norton- contesto con un bonito acento.
-¿Eres nuevo? Es qué nunca te había visto- confesé riendo levemente a lo que el asintió con su cabeza.
Escuche que uno de sus amigos lo llamaba por lo que ambos volteamos a ver a su amigo.
-Creo que tengo que regresar- dijo viéndome- Me dio mucho gusto concerté Brooke.
-Igualmente- le respondí sincera.
-¿Nos vemos mañana?
-Claro-le conteste para después seguir mi camino.
Estaba en el estacionamiento buscando mi auto, pero de repente unas manos me jalaron suavemente del brazo, haciendo que volteara.
Encontrándome con un Dylan bastante sudado que aún tenía puesto su uniforme de entrenamiento.
-¿Hola?- le pregunte confundida tratando de sonar normal. Porque la verdad no tenía derecho a estar enojada con él.
-Hola- respondió enseguida, mostrando una de sus lindas sonrisas.
Por mi parte, me quede esperando a que dijera algo más, pero ya había pasado un tiempo y el seguía en su misma posición. No sabía cómo podía sonreír tanto tiempo.
-¿Te puedo ayudar en algo? O ¿Necesitas algo?- pregunte cortando todo el silencio que se había hecho.
El por fin reacciono y se quitó de su pose. Después se rasco nervioso el cabello viendo al cielo, como si pidiera ayuda.
-Hay que terminar el trabajo de matemáticas- soltó de repente.
-Dylan, lo acabamos ayer, en tu casa- le dije lentamente para ver si se acordaba.
Se me quedo viendo con una cara muy confundida hasta que se acordó, vaya sí que tenía de cerebro un cacahuate.
-Lo siento, no me acordaba- se disculpó avergonzado haciendo que riéramos un poco.
Otra vez se formó el mismo silencio, el cual pensaba romper para irme a mi casa, pero Feldman lo pensó antes.
-Así que, ¿conoces al nuevo?-
-¿Bryce?- le pregunte algo sacada de onda.
-Sí, ese tipo.
-Pues no realmente, ¿por qué?-
-No por nada, me dio curiosidad- se encogió de hombros- Como te vi coqueteando con él, pensé que se conocían.
No, ahora si se pasó.
-Disculpa, pero yo no estaba coqueteando con él. - le reclamé enojada.
-Claro que sí, tu sonrisa y la manera en que te reías cuando él te decía algo lo decía todo, no soy idiota Brooke- contesto elevando un poco la voz.
-En primera él se fue a disculpar porque me había pegado con un balón, en segunda no me vuelvas a elevar la voz jamás y en tercera ¿a ti qué más te da?- le grite ahora con un tono furioso.
Él se quedó callado mirando hacia el suelo. Supuse que lo que iba a hacer era pedirme una disculpa. Pero me equivoque. Se dio media vuelta sin mirarme siquiera y se fue de ahí refutando cosas para el mismo.
Por fin llegue a mi casa aun confundida por lo que le dije a Tracy que se viniera a mi casa.
La rubia llego en menos de cinco minutos, y le conté todo lo que había sucedido.
Después de que le dijera cosas horribles a Dylan que prefiero omitir se le ocurrió una ¨fantástica¨ idea, nótese mi emoción.
-¿Y si vamos a una fiesta?- pregunto emocionada metiéndose a la boca un puñado de palomitas.
-No me gustan las fiestas.- proteste cruzándome de brazos.
-Vamos Brooke, hay que ir, aunque sea la única a la que vayamos- me pidió dramáticamente- Además necesitas olvidarte del idiota de Feldman.
Tal vez tenía razón y lo que necesitaba era una distracción.
-De acuerdo iré contigo- me rendí al final.
Mi amiga chillo de emoción y directamente fue a mi armario para escogerme el 'outfitt' que usaría mañana.
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Hola chicas se que esta muy corto pero no he tenido inspiración. Gracias por leer las amo.
Bryce en multimedia.
FerHSMTP
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Yes, I'm a teenager
Novela JuvenilAdolescencia: En pocas palabras es la transformación de un infante antes de llegar a la adultez. Aunque, realmente, es más que eso.... Se podría decir que es una de las mejores y peores etapas de nuestra vida. ¿Por qué? Simplemente por qué es la et...