VI: Entre sábanas

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"Quiero poseer
y ser poseído.
Así como el campo convierte
sus secretos en peonías.
Así como la luz
conserva su sombra
al engullirla."

~~~

Una vez dada el alta a Nigel, ambos se fueron a casa de Adam. Era de noche, habían cenado fuera (Adam macarrones con queso, cómo no) y se metieron en la cama, donde una vez se metió Nigel, hizo un ruido extraño.

— Al final voy a acabar destrozando tu cama —dijo entre risas.

— ¿Eh?

— Es ironía.

— Me cuesta distinguir las ironías de las verdades, lo siento...

— ¿De verdad? Una ironía es cuando sabes que lo que está diciendo esa persona no es verdad. ¿Entiendes?

— Sí.

— Bien, pongamos un ejemplo. Eh... Tu casa es bonita, ¿es ironía?

— No.

— ¡Bien! Las estrellas de tu habitación son horrendas. ¿Es ironía?

— Sí.

— ¡Eso es!

— Cenar macarrones con queso todas las noches no es sano, ¿es ironía?

— Sí.

— Bueno, no es ironía,

— ¿No es sano?... —preguntó Adam, preocupado por su salud.

— No, pero... bueno, no creo que sea muy malo.

— ¿Puedo decir yo una?

— Dime.

— Tengo unos ojos preciosos.

— No es ironía.

— Tienes un pelo fascinante.

— Tampoco es ironía —se ríe un poco, alagado.

— Te amo...

En ese momento, el ambiente cambia y, con él, la cara de Nigel, que se quita la sábana de encima y se dispone a irse, mas Adam le agarra del brazo.

— ¡No te vayas! Perdona, no quería...

— Tengo que irme.

— Pero... Nigel, por favor, nos conocemos muy bien y somos mejores amigos...

— Eso, mejores amigos, no novios.

— Pero podemos dar el paso,

— ¿Quieres dejar de insistir? He dicho que no.

— Que me voy he dicho.

Agarra su ropa, se viste, y se dispone a irse. Adam lo persigue por toda la casa para intentar convencerle de que no se vaya, mas eso solo hace que Nigel explote antes de abrir la puerta.

— ¿¡Quieres dejarme en paz!? ¡No estoy dispuesto a ser tu novio y nunca lo voy a estar! ¡Me gustan las mujeres, Adam!

— Pero yo soy mejor que una mujer, Nigel, ¡por favor!

En ese momento, Nigel miró al suelo. Pero decidido, abrió la puerta y se marchó. Adam empezó a llorar mientras golpeaba la puerta. Se maldecía a sí mismo por haberle dicho eso. Pero era la verdad, le amaba.

Nigel estaba bajando las escaleras, cuando de pronto se dio cuenta de que no tenía a dónde ir ni con quién estar. Adam era su todo, su amigo, su compañero, su razón de vivir. Ahí, se dio cuenta. Adam era su razón de vivir, su vida. Con decisión y una leve sonrisa, agarró fuerzas y volvió a subor las escaleras.

Tocó el timbre, y Adam abrió al segundo, emocionado.

— ¿Nigel?...

— Me mataría por ti, no veo razón para no besarte.

Adam, emocionado, sonrió ante sus palabras antes de que Nigel lo sumergiera en un gran y eterno beso hasta la cama, donde tuvieron sus primeras relaciones sexuales y, donde Adam, le contó que tenía Asperger. Algo que a Nigel no le importó en absoluto.

Si quieres leer esta parte más espeficada, mira el capítulo "EXPLÍCITO Cap. 6"


¿Quieres tener sexo de nuevo?

— Claro.

— Pues calla astronauta, y tengamos sexo. Las estrellas para otro día.

Entre risas, se empezaron a besar.

Por un disparo ‹ SpaceDogs ›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora